por elquesomecanico » Vie 10 Jul 2020 12:03
65 minutos de espanto, un gol anulado a Zozulia que al menos devolvió el equipo al campo y un gol para empatar, también de Zozulia, que lo hizo volver a competir. En el camino y tras 70 minutos tirados a la basura durante los cuales un apático Sporting nos superaba como un avión, Brazao nos salvó varias oportunidades clamorosas, Kekojevic tuvo que jugárselo todo a riesgo de penalti para tapar pifias clamorosas de sus compañeros y Fran García, Pedro y Arroyo como puntual compañero de farra, eran incapaces no ya de dar un pase bien, sino de evitar pérdidas clamorosas de balón y robos de cartera que no le hacen ni a un jugador de regional.
Con una media incapaz de enlazar con la delantera y una delantera que depende de que le cuelguen balones en condiciones y no la habituales pedradas pateadas con el pie, si no se perdió ayer no será porque no se mereció. Un equipo que se descompone por recibir un único gol en contra cuando tiene 70 minutos de partido por delante y en casa ante un equipo que jugó andando (vergüenza deberían sentir sus aficionados), deja muy malas sensaciones.
Sin Brazao, impecable, y sin la inexplicable dejadez gijonesa, ayer a poco que el rival hubiese apretado nos meten cuatro, alguno de los cuales en propia puerta. No comparto algunas crónicas del partido que leo hoy. Pudimos ganar marcando dos igual que nos pudieron haber caído siete.
Pero llegó el gol anulado a Zozu, un tanto que surgió de una jugada magistral, una de esas acciones que te obligan a plantearte por que juega tan mal un equipo que puede hacerlo tan bien. Que cable tienen fundido estos jugadores que de pronto hace chispa y entonces salen bien hasta pases de espaldas y entonces quienes pegan pedradas de repente dejan centros medidos propios de la Liga de Campeones. Debe ser "esa buena inspiración" de nuestro himno, pero llega a cuentagotas y solo da para el empate.
En este caso ni eso, gol anulado pero el equipo de pronto pensó que el partido era posible y trató de hacer en 20 minutos lo que no había hecho en 70, solo que ahora faltaba físico y el tiempo perdido en rifirrafes y paradas para beber corría en contra. El Sporting, que nunca lo dio todo aún hizo menos y cediendo la iniciativa pensando en guardar la renta cometieron el error de darnos aire cuando una mano les había bastado hasta entonces para asfixiarnos. Ahora se vio Albacete y no un espectro sobre lienzo verde, las pedradas se volvieron centros y uno de ellos, medido hacia un Zozulia entonado, acabó en gol, aire para nosotros que nos pasamos medio partido con pie y medio en 2ªB y castigo para el Sporting que tuvo varias muy claras y ahora perdía una victoria que parecía fácil.
Aún pudo haber más pues sin claridad pero con persistencia tal vez hubiera llegado el segundo, superiores, ahora sí, a un Sporting que se desfondó, claudicó o simplemente piensa en las vacaciones. Tal vez lo hubiera hecho igual si en lugar de tirar 70 minutos a la basura hubiéramos disputado al menos 45 tal y como disputamos los últimos 20, pero eso parece demasiado pedir a un equipo que funciona a chispazos, aparece y desaparece de los encuentros, y la moral lo mismo se cuela por un sumidero que renace para embotellar al rival y salvar los muebles. La consecuencia de nuestra inexplicable inconsistencia en que no somos malos para perder y la genialidad con cuentagotas nos sirve para empatar.
Seguimos vivos y es lo único positivo. Si podemos jugar como en los últimos 20 podemos ganar a cualquiera.
[b]¡¡¡TODOS CON EL ALBACETE BALOMPIÉ!!![/b]