En el transcurso del día de hoy estará ya disponible en PDF el número 201 de la revista Alba que se distribuirá el sábado en el Carlos Belmonte con motivo del Albacete-Celta. A continuación reproducimos el artículo de la carta del Director bajo el título de EN ESTOS MOMENTOS...que encabeza dicha revista en su página 3.
Es en momentos como los que vivimos en este arranque liguero cuando realmente se ve como es cada quien. En la vida es muy fácil actuar cuando todo va de cara, pero cuando las cosas se tuercen es cuando cada persona, cada colectivo, cada sociedad en definitiva, deja al desnudo su verdadera personalidad o idiosincrasia. Pues bien, en el Alba llevamos viviendo tiempos duros desde que en el pasado mes de febrero se empezaran a palpar las consecuencias de determinadas gestiones que ahora no vienen al caso pero que en definitiva estaban poniendo al futuro inmediato de la entidad al pie de los caballos. A pesar de que las cosas han cambiado, afortunadamente, y se está empezando a ver la luz en la entidad, una tremenda mala racha de resultados ha provocado un comienzo de Liga, agravado con la eliminación en Copa, sin precedentes en la estadística de este club que ha generado un lógico desasosiego.
Es en estos momentos cuando se ve claramente todo. Se comenta con frecuencia en el mundo del fútbol y se alude a clubs como por ejemplo el Atlético de Madrid, que en los peores momentos de su historia vio incrementado el número de socios y seguidores. Y digo yo, ¿por qué en Albacete hemos de ser menos? Damos como lógica la curva descendente de apoyo social al club como consecuencia del momento delicado que vivimos. No veo por qué no podemos ser como los colchoneros, máxime cuando si me apuran el Albacete Balompié representa para esta tierra mucho más que el Atlético, con todos mis respetos, para la suya, en la que comparte raíces con otros clubs, pues el Alba ha sido el mejor embajador que jamás hayamos podido tener, el santo y seña de nuestros corazones manchegos. En este sentido, tengo que reconocer el gesto del alcalde de Albacete, Manuel Pérez Castell, que a la hora de cerrar esta revista tenía anunciada su asistencia al partido frente al Celta. Acostumbrados a ver a personajes públicos unirse al carro de la foto cuando las cosas van de cara, cobra un especial significado de apoyo al club en estos momentos difíciles la presencia de la máxima autoridad local, un ejemplo a seguir sin duda.
En esta semana en la que hemos apelado a la unidad, también, como en el caso del alcalde, destacar la postura del presidente de honor del club, Rafael Candel. Aun desde la discrepancia en determinados aspectos de la gestión, su predisposición para el apoyo al club en estos momentos es digna de mención. Como también es digno de mención el comportamiento de varios compañeros de los medios de comunicación en un año como este y en unas circunstancias como las actuales, en las que lejos de echar leña al fuego o faltar al respeto, han mandado mensajes particulares de apoyo a la entidad y al presidente, y han destacado pública o privadamente la honradez de un grupo de personas que, con sus errores, por supuesto, como señala mi colega Cristóbal Guzmán en su colaboración de la página 4, están intentando conducir la nave blanca en la peor situación jamás imaginable.
Es en estos momentos también cuando debo transmitir, reiterar si cabe, el mensaje del primer número de esta revista, en el que se dejaba bien claro cual era el objetivo de esta temporada tan singular, que no es otro que el de recuperar la estabilidad perdida. Porque desde ese primer día ya se habló oficial y privadamente desde el club de que es éste un año difícil en el que todos debemos caminar unidos, que es este el año en que realmente se van a pagar las consecuencias de la gravísima crisis heredada, en el que no ha cabido otra que atarse bien los machos para evitar irnos definitivamente al garete y aun con eso, no cabe duda de que se cuenta con unos profesionales en la parcela deportiva lo suficientemente capacitados como para acompañar esa travesía del desierto con un bloque lo suficientemente competitivo como para salvar la categoría, que es el objetivo deportivo, como no puede ser de otro modo, de esta campaña. Y yo sigo creyendo en este equipo y en estos profesionales, desde la responsabilidad de ser parte de los que trabajamos en el club, y desde la inercia de mi corazón como aficionado a unos colores que tantas alegrías y emociones han aportado a mi vida, como seguro a la de todos ustedes. Por eso tal vez, si quieren por ese quijotismo innato, me cuesta comprender determinadas actitudes y me duelen muchas cosas que pasan en esta la tierra mía.
Es en estos momentos difíciles, como en cualquier orden de la vida, cuando se escribe la historia, la historia de los espíritus, de los individuales, y de los colectivos. Y la historia que escribimos, permanece sin duda en la memoria.
¿Y que hacía León Herrera cuando estaba en Alba tv?
