La Tribuna de Albacete escribió:Así se las ponían...El Albacete ha tenido 10 oportunidades de salir de los puestos de descenso durante la actual temporada, de las que tan sólo ha aprovechado dos, con resultados efímerosCRISTÓBAL GUZMÁNLa temporada en curso va a pasar a la historia, entre otras cosas, por la desesperación que ha cundido entre los aficionados ante las numerosas oportunidades que ha tenido el Albacete Balompié para abandonar la zona de descenso, la gran mayoría de ellas con resultado negativo.
Aunque se produjo un pésimo arranque, sin precedentes en la historia del club, lo cierto es que el devenir negativo de otros equipos propiciaron que muy pronto se tuviera la oportunidad de enmendarlo. En la jornada sexta, con tan sólo un punto en su casillero, al conjunto entrenado entonces por Quique Hernández le bastaba con vencer al Rácing de Ferrol en el Carlos Belmonte para escapar provisionalmente del pelotón de cola. La derrota, una de las más dolorosas de la temporada, instalaron definitivamente al Alba en el furgón de rezagados.
Con 11 jornadas transcurridas, el Albacete había encadenado, por fin, un mes sin conocer la derrota que le situaban, nuevamente, en el umbral de la línea de separación (más psicológica que otra cosa) entre la Liga de Fútbol Profesional y el pozo de la Segunda B. Para desgracia de los aficionados, el Cádiz se llevó los puntos del Carlos Belmonte, y con ellos la esperanza de una temporada más plácida de lo que ya se sospechaba.
Otro par de buenos resultados devolvieron ciertas esperanzas finalizando la primera vuelta, aunque la cuarta oportunidad se volvió a perder en Eibar. No sucedió lo mismo una semana después, cuando, por primera vez, el Albacete traspasó esa barrera psicológica tras derrotar al Poli Ejido. 'No hay quinto malo'.
La sensación agradable de repasar la clasificación sólo duró unos días, los mismos que se tardaron en perder en Las Palmas, aunque la apertura de la segunda vuelta volvía a plantear otra oportunidad con la visita a Elche que, cómo no, se desperdició.
Curiosamente, dos jornadas después los blancos salían de la zona baja con un mero empate con el Hércules que, eso sí, se sumaba a la victoria lograda en la jornada anterior sobre el Xerez, un rival directo. Se estaba a comienzos de febrero y, por segunda y última vez, el Albacete tenía tras de sí a otros cuatro equipos.
El resto de la segunda vuelta ha sido frustrante, a pesar de los intentos denodados por salvar una nave en la que se achica agua a mansalva.
Los últimos tres partidos han sido especialmente significativos en este apartado, ya que se han perdido oportunidades únicas para dar el definitivo salto cualitativo que canalice la salvación.
La derrota en Cádiz, con un equipo en inferioridad numérica, fue especialmente dolorosa, al producirse en una jornada en la que se volvía a tener la oportunidad de salir de los últimos puestos después de dos meses de espera.
El colmo de la negación llegó una semana después, con el Granada 74, cuando el Alba estaba fuera de los últimos cuatro puestos al descanso y dentro, nuevamente, 45 minutos después.
El último episodio, décimo de la temporada, llegó en el Heliodoro, con un empate que, si bien no deja un mal sabor de boca, volvió a dejar constancia de que aprovechar las oportunidades no va con el Albacete, por mucho que se las pongan como a Fernando VII.
La Tribuna de Albacete