Mira que es cabezón Quique Hernández. Espero que sus manías y sus extrañas decisiones no acaben con el equipo porque lo considero gran responsable después del trato injusto que reciben unos y otros jugadores.
La Tribuna de Albacete escribió:QUIQUE HERNÁNDEZ, ‘ERRE QUE ERRE’
El técnico vuelve a cambiar su sistema de juego después de una victoria, sacrifica al jugador en mejor estado de forma y le sigue dando minutos a futbolistas con bajísimo rendimiento
CRISTÓBAL GUZMÁN
Entre los dirigentes, el director deportivo y el entrenador, el Albacete Balompié está condenado, definitivamente, a padecer lo indecible durante esta temporada, no tanto por la incompetencia de los jugadores, cuanto por el rosario de decisiones absurdas que condicionan, y mucho, un mínimo de continuidad en un equipo limitado pero del que se podría sacar mayor partido.
Después del desbarajuste que supuso una remodelación del equipo a correprisas y el debut de los primeros jugadores en febrero, lo acontecido el pasado domingo supuso un punto adicional en esta relación de despropósitos que algunos interpretan, curiosamente, como una fuente de éxitos.
Para empezar, Quique Hernández anunció el viernes que las dos últimas incorporaciones (Buján y Caggiano) todavía no estaban en condiciones de jugar. Unas horas después, el primero era convocado, y llegó a jugar buena parte de la segunda mitad «porque tiene nivel técnico y es un hombre de experiencia», condiciones que, al parecer, se desconocían dos días antes.
El caso es que Quique Hernández varió su sistema de juego, una vez más, para dar entrada a Íker Begoña y Xavi Jiménez en detrimento de un David Bauzá que fue el mejor jugador del Albacete una semana antes y que atraviesa por su mejor momento desde que llegó al club. Las explicaciones aportadas por el técnico para justificar lo que fue un grave error no se sostienen, por cuanto el juego careció de velocidad y Alustiza se mantuvo como un islote en ausencia de un Pablo Calandria que, al menos, es un jugador dinámico que propicia más espacios para su compatriota.
La lentitud e imprecisiones del equipo -con algunos sonrojantes 'sombreros' a Begoña incluidos- culminó con un error del vizcaíno que propició la expulsión de un Jonathan al que, por cierto, se le olvidó mencionar su salida 'a por uvas' antes de arremeter contra el colegiado.
Pero lo peor estaba por llegar, cuando Hernández, con casi 40 minutos por delante, realizó tres cambios de una tacada, el primero con carácter obligatorio, y los otros dos para intentar conjurar su desatino inicial.
La consecuencia del nuevo yerro se vio unos minutos después, cuando el Hércules se emparejó numéricamente con los blancos y el banquillo local ya no tenía margen de maniobra para ir decididamente a por el partido.
La conclusión que puede extraerse de lo acaecido es que predominan criterios extraños para seleccionar a los futbolistas, con un sorprendente predominio de los que, jornada tras jornada, ofrecen un rendimiento escandalosamente bajo pero que, curiosamente, forman parte de la nueva hornada sobrevenida en la última pretemporada.
CAMBIOS Y 'ONCES'. No es nueva la crítica a los cambios realizados por Quique Hernández en algunos de los partidos, una cuestión que podría requerir un amplio debate pero que, desde luego, está suponiendo una contestación creciente la aparente falta de reflejos del técnico en algunos lances.
El partido con el Alavés, en el que Jonathan jugó lesionado -todavía no se ha recuperado totalmente- y el guardameta suplente (Javi Martínez) no realizó ni un solo minuto de calentamiento, motivó las primeras críticas serias, que se recrudecieron con la posterior desaparición del joven guardameta de las convocatorias. La 'cruz' ha venido siendo una tónica habitual no solamente con los jugadores jóvenes (el propio Javi, Pablo Gil, Ritchie, Cano o Carletes), sino con otros que no fueron contratados por los actuales responsables deportivos.
El caso de Bauzá revela con toda su crudeza este criterio particularísimo, aunque es sólo un ejemplo de lo sucedido con futbolistas como Cañas o Juan Carlos, a los que en su día se concedió unos minutos para evitar las críticas crecientes que los contraponían a los Íker Begoña, Xavi Jiménez, Fran Moreno, Álex Pérez, Meyong Ze y compañía, todos ellos fruto de la no siempre amplia agenda del director deportivo.