En Onda Cero, Antonio se ha mostrado muy molesto por las críticas que se han vertido en referencia a sus vacaciones de crucero. Dice que como cualquier trabajador tiene derecho a vacaciones.
Me hacen gracia las comparaciones con los trabajadores cuando quien compara es una persona que goza de un sueldo de altísimo ejecutivo sin más méritos conocidos que haber jugado (muy bien, por cierto) al fútbol hace muchos años.
Hasta qué punto resulta ético aceptar regalos de proveedores de tu empresa también daría para un debate más amplio.
Y, sobre todo, resulta discutible que no pueda estar expuesto a la crítica cualquier cosa que un empleado del club haga, aunque sea en su vida privada, siendo como es el caso que las vacaciones que han disfrutado presidente y compañía provienen de la actividad propia del club al que representan y para el que trabajan.
Si estamos para cobrar casi 200,000€ al año + "incentivos", también tenemos que estar para que nos den "palitos".
PD: El presidente del Consejo afirmó el otro día que iba a sacrificar su cumpleaños para etar con el equipo. Heroico a la par que nunca le será agradecido tamaño gesto. Vete a escardar,