por Leroy » Mar 06 Ene 2009 13:04
Bastante de acuerdo con el articulo de hoy de La Tribuna y un apunte, porque en el vídeo de la bronca entre Máximo y Villaescusa sólo aparece una pregunta del periodista, pero según me han comentado era la tercera que hacía con la misma respuesta "no tengo nada que decir", por lo que veo más normal la respuesta del Villa "si no va a responder, que hace ahí sentado".
[size=12]La política de refuerzos del Alba prioriza la cantidad a la calidad[/size]
El ‘mercado de invierno’ tampoco ha corregido la planificación de Máximo Hernández, que ha concretado 33 bajas y 24 altas en dos temporadas incluyendo fiascos espectaculares
Cristóbal Guzmán
El Consejo de Administración del Albacete y su director deportivo, Máximo Hernández, pusieron patas arriba la plantilla de jugadores que se encontraron a su llegada en la idea de borrar hasta la última huella del pasado y confeccionar ex novo una nómina de futbolistas hecha a su imagen y semejanza con que acometer tiempos duros.
Ha transcurrido más de año y medio desde entonces, y el Alba se vuelve a encontrar otro mes de enero con graves deficiencias en su plantilla y la necesidad de reforzar demarcaciones, un problema que, otra vez, arranca de una pretemporada en la que ha pesado más el criterio de la cantidad que de la calidad.
Desde que Máximo Hernández tomó las riendas de la dirección deportiva, han sido 33 los jugadores que han causado baja en el equipo -bien por extinción de contrato, por traspaso o simplemente por despido improcedente-, 15 de ellos en la primera temporada y 18 en la segunda, con los casos especiales de Fran Moreno, Buján, Caggiano, Alustiza, Morán y Calandria, todos ellos incorporados por el propio Hernández, o Javi Martínez, al que un año antes se le había renovado el contrato y con el que se estuvo jugando al gato y al ratón hasta que se logró finalmente su salida.
No menos espectacular resulta la política de fichajes, con 24 en total a lo largo de estas dos temporadas (12 por campaña), la mayor parte de ellos por cuenta del director deportivo, que ya dejó clara su autoridad en el diseño de la plantilla, independientemente del entrenador de turno, a saber, tres en seis meses.
En este apartado, de los 12 jugadores contratados el año pasado, tan sólo cinco siguen en nómina (Mainz, Begoña, Álex Pérez, Xavi Jiménez y Jonathan), y otros 11 fueron fichados para la temporada en curso, a los que hay que añadir el reciente de Toché, que ya ha debutado en competición oficial.
Dando por sentado que las evaluaciones, aun parciales, siempre son subjetivas, y que las lesiones y sanciones juegan su papel, de los nuevos jugadores contratados los más han pasado, como mucho, desapercibidos, con la salvedad de Diego Costa, Merino y Trotta, destacados los primeros por sus goles y el tercero por su veteranía en una zona del campo especialmente sensible como la zaga.
Otros futbolistas, especialmente los fichados a primera hora (Verza, Belencoso, Tarantino, Ibón Gutiérrez) aspiran por el momento, como mucho, a la discreción.
Así las cosas, el técnico necesita futbolistas para, en el peor de los casos, aspirar a la zona media de la clasificación, carencias que ha ido solventando a base de trabajo y disciplina a pesar de sus últimos y sonados errores.
Sin embargo, todo apunta a que el presente mes de enero va a transcurrir con alguna salida pero sin especiales movimientos de entrada en la plantilla, lo cual no es poco habida cuenta de la experiencia vivida hace ahora un año con los Alustiza, Caggiano, Buján y compañía.
AQUELLOS ERRORES... El movimiento incesante en la plantilla del Albacete de hace dos temporadas, similar al registrado en la actualidad, fue criticado en su día por la plataforma 'Bandera Blanca', que, en uno de sus comunicados habituales, fechado el 18 de julio de 2006, concretaba como uno de los «principales errores» en la parcela deportiva «las numerosas incorporaciones y bajas de futbolistas que hacen muy difícil conseguir un equipo conjuntado y competitivo».
Ese equipo «conjuntado y competitivo» que, a juicio de los opositores no se había conseguido, les hizo pedir, incluso, la cabeza de Antonio López Alfaro, entonces director deportivo, por esos errores en materia de fichajes de futbolistas.
«Se han consentido excesivos errores a los mismos responsables en la contratación de jugadores, sin haber tomado medida alguna», se decía.