Bueno, pues ya estamos más cerca del descenso, todavía con un colchón de puntos, pero que no puede “adelgazarse” más, con un Hércules que nos visita, y dos salidas seguidas donde ya podemos ponernos las pilas y sacar tajada en Vitoria y Sevilla, es decir, no nos engañemos, en nuestra liga.
Desde luego estamos mejor que el año pasado, lo que no es mucho decir, lo peligroso es la deriva de juego, la falta de ideas, la sensación de impotencia, de que lo mejor que este equipo puede hacer ya lo ha hecho y ya lo hemos visto, y la general convicción entre la afición de que el entrenador no está ofreciendo lo esperado –quizá esperábamos demasiado- y que la solución vuelve a ser poner en el banquillo al responsable de este segundo proyecto, o sea, Máximo, el máximo responsable -ya sabemos que el vicepresidente deportivo no es el responsable de la situación deportiva del equipo, según parece que afirmó él mismo el año pasado-.
Si añadimos que la situación económica continúa siendo penosa, lo que paraliza cualquier decisión en el área deportiva, no solo para fichar si no también para despedir e indemnizar –aunque en esto últimamente tenemos experiencia-, la situación no es nada halagüeña.
La comunión entrenador y afición parece que ya no es tal, y no sabemos si la de entrenador y directiva lo es, pues leo en el foro que Máximo no lo quería de entrenador; pues a ver si va a resultar que club y entrenador lo único que tienen en común ahora son los fallos en contra de los juzgados de lo Social, por donde, por cierto, el nombre del Albacete Balompié y aledaños se ha paseado más que casi en toda su historia en estos dos últimos años.
No voy a hablar de transparencia informativa, de coherencia en la política de fichajes, de la manida ampliación de capital, de las grandes ideas y el plan de viabilidad, de los despidos improcedentes de gente vinculada a la casa, de quien manda o quien dirige en esta sociedad anónima deportiva o de la Fundación.
Hablo de sensaciones, de la pinta que tiene el “asunto”, y no me gusta nada de nada la deriva que llevamos.
Me parece que el segundo proyecto hace agua por varias vías y no todos los años se puede hacer la heroicidad.
Esperemos que las crisis de juego de todos los equipos, todas las temporadas, sea esta, la superemos y que lleguemos pronto a los 50 puntos, de lo contrario.............atención pregunta: “¿conseguiremos estar en la LFP otro año más?”.
Desde luego estamos mejor que el año pasado, lo que no es mucho decir, lo peligroso es la deriva de juego, la falta de ideas, la sensación de impotencia, de que lo mejor que este equipo puede hacer ya lo ha hecho y ya lo hemos visto, y la general convicción entre la afición de que el entrenador no está ofreciendo lo esperado –quizá esperábamos demasiado- y que la solución vuelve a ser poner en el banquillo al responsable de este segundo proyecto, o sea, Máximo, el máximo responsable -ya sabemos que el vicepresidente deportivo no es el responsable de la situación deportiva del equipo, según parece que afirmó él mismo el año pasado-.
Si añadimos que la situación económica continúa siendo penosa, lo que paraliza cualquier decisión en el área deportiva, no solo para fichar si no también para despedir e indemnizar –aunque en esto últimamente tenemos experiencia-, la situación no es nada halagüeña.
La comunión entrenador y afición parece que ya no es tal, y no sabemos si la de entrenador y directiva lo es, pues leo en el foro que Máximo no lo quería de entrenador; pues a ver si va a resultar que club y entrenador lo único que tienen en común ahora son los fallos en contra de los juzgados de lo Social, por donde, por cierto, el nombre del Albacete Balompié y aledaños se ha paseado más que casi en toda su historia en estos dos últimos años.
No voy a hablar de transparencia informativa, de coherencia en la política de fichajes, de la manida ampliación de capital, de las grandes ideas y el plan de viabilidad, de los despidos improcedentes de gente vinculada a la casa, de quien manda o quien dirige en esta sociedad anónima deportiva o de la Fundación.
Hablo de sensaciones, de la pinta que tiene el “asunto”, y no me gusta nada de nada la deriva que llevamos.
Me parece que el segundo proyecto hace agua por varias vías y no todos los años se puede hacer la heroicidad.
Esperemos que las crisis de juego de todos los equipos, todas las temporadas, sea esta, la superemos y que lleguemos pronto a los 50 puntos, de lo contrario.............atención pregunta: “¿conseguiremos estar en la LFP otro año más?”.