Es la historia perfecta, de ésas de película con final feliz. Luis Rodríguez partió muy chico hacia Europa con el sueño de jugar en el Inter o Real Madrid, estuvo a prueba en estos dos gigantes pero terminó perdido en Rumania, "sin un peso y sin poder hablar con nadie". Logró juntar la plata para el pasaje y se volvió a Tucumán con la idea de colgar los botines, aunque su hermano logró convencerlo y lo fichó en UTA, un club de la Liga tucumana. A partir de ahí, el Pulguita creció tanto que jugó el Argentino A para Atlético, subió a la B Nacional y ahora a Primera. Encima, como figura, símbolo y goleador del equipo: gritó 19 veces en el torneo. Ayer, con el gol que encaminó al Decano al ascenso (metió el empate que cambió nervios por tranquilidad y confianza), el Pulguita se hizo gigante para siempre.
"Es un sueño hecho realidad. Es para mi familia, mi novia. Ellos deben estar felices, y eso me hace más feliz a mí. Se lo dedico también a Simoca, mi pueblo (queda a 50 kilómetros de San Miguel). Para ellos este logro también es muy importante", se emocionó el delantero, que tenía tantas ganas de hablar que tuvieron que apurarlo para que se subiera al micro. Con 24 años, el Pulguita jugará en Primera, al menos así lo prometieron los dirigentes de Atlético, dueño del 30% de un pase que ya cotiza en oro, porque hasta Maradona lo miró para sumarlo a la Selección local. Por ahora, Luis Rodríguez entró en la selección de los ídolos de Tucumán
tiene la misma cancion que el video que pusimos de Stuani, la de "matador" de los Cadillacs creo que es.
