por JuanLUX » Lun 06 Nov 2006 09:41
Para evitar que se pierda en el olvido... y que mañana deje de estar colgada en la red.... rescato la estupenda entrevista que Cristóbal Guzmán le hace hoy a Antonio Pacheco en La Tribuna..
Ahí queda eso...
Pacheco: «Volveré, aunque sea como turista»
«La hombría consiste en decir las cosas de frente y no lo que hicieron conmigo cuando me mandaban recados de otra manera»
CRISTÓBAL GUZMÁN. La Tribuna de Albacete
Antonio Pacheco da un repaso para La Tribuna de algunas cuestiones relacionadas directa o indirectamente con su adiós al Albacete y su futuro próximo.
P: ¿Cómo está llevando estos días, los primeros de inactividad?
R: Bien, lo estoy notando sobre todo por la mañana porque he pasado de levantarme para ir al entrenamiento a estar prácticamente sin nada que hacer. Pero estos días me están sirviendo para organizar mi vida porque dentro de poco tendré que hacer las maletas.
P: Y ahora se marcha a Uruguay.
R: Cuando lo tenga todo organizado ya estaré marchándome para entrenar allá con algún equipo, y a partir de ahí esperaré oportunidades.
P: Decía que quería quedarse en España, pero la cosa está difícil.
R: Ahora todo está tranquilo porque los equipos están en pleno rodaje y todavía no es momento para incorporar a nadie cuando el periodo de pase está cerrado. Espero que se abran posibilidades y a partir de ahí ver lo que sea más conveniente.
P: ¿Ha tenido muchos mensajes de adhesión durante estos días?
R: Siempre he dicho que la gente ha tenido siempre un trato espectacular hacia mí y eso me lo voy a guardar siempre en el corazón. Para mí ha sido muy importante ese apoyo porque resulta gratificante sentir que de una manera u otra la gente me recuerda.
P: ¿Va a guardar un recuerdo especial de alguien?
R: Han sido recuerdos lindísimos y he conocido a mucha gente, he hecho amigos y cuando uno se va de un lugar donde le han tratado tan bien y ha formado una vida paralela a la de su país, se va a extrañar todo muchísimo.
P: ¿Tenía pensado establecerse aquí independientemente de sus años de contrato?
R: Firmé por cuatro años y pretendía terminar el contrato para, a partir de ahí, ver lo que pasaba. Yo me compré una casa e hice otras cosas que no hubiera hecho si la situación hubiese sido otra. Yo había estado en Italia y en Barcelona donde el arraigo no fue el mismo y eso influye, pero en el futuro uno nunca sabe lo que puede pasar.
P: Han quedado algunas cuestiones en el aire como esa famosa conversación con el entrenador en la que usted no ha querido extenderse. Se ha llegado a decir que exigió jugar. ¿Es cierto o no?
R: Siempre he dicho que esa conversación fue privada porque en caso contrario hubiera ido a la prensa a contarla y lo mantengo en esa privacidad. Lo que dije y lo reitero es que exijo respeto porque es lo que se merece todo el mundo en la vida. Yo no pretendo en ningún momento dar ni hacer alineaciones porque para eso está el entrenador, lo único que exijo es respeto.
P: ¿Le gustaría acabar su carrera en Primera División?
R: Me planteo seguir jugando al fútbol y dentro de eso están todas las opciones. Yo no cierro las puertas a nada porque sería irrespetuoso de mi parte porque no me considero ni más ni menos que nadie. Si algún equipo me quiere en Segunda, jugaré, pero todo dependerá de quiénes sean los que intenten obtener mis servicios.
P: ¿Con todo lo que se ha dicho, se considera apto para jugar en Segunda División?
R: Me considero un jugador de fútbol apto para jugar donde tengan confianza en mí para que demuestre mi fútbol en el campo, y en este sentido todas las opiniones son respetables. Si nos pusiéramos a elegir cuál es el fútbol más lindo o en el que me gustaría jugar, preferiría que no me marcase nadie y que tuviera todos los espacios del mundo. En Primera División hay partidos cerrados y en Segunda los hay abiertos.
P: ¿De qué partido guarda un mejor recuerdo?
R: Recuerdo muchos, pero quizá el que vaya a tener más guardado es el día que marqué mi primer gol con el Albacete que fue contra el Celta en Vigo porque había estado unos meses fuera de forma y me costaba agarrar el ritmo. Ese partido fue importante por la situación personal que estaba viviendo entonces y a partir de él se abrieron las puertas para que yo hiciera lo que hice.
P: La situación conflictiva que ha tenido con el club le ha costado algún disgusto con sus representantes, ¿no es así?
R: Más de uno, primero cuando tomé la decisión de quedarme y ahora porque tenía contrato en vigor y creían que el Albacete no había hecho lo que tenía que hacer. Me costó más de una discusión.
P: Quizá su caso demuestre que hay futbolistas que no responden a ese canon del llamado ‘mercenario’.
R: Sobre todas las cosas soy persona. Si tienes dinero, mejor, porque te va a hacer la vida más fácil en determinadas cosas, pero eso no significa que te vaya a dar más satisfacciones o alegrías ni te va a garantizar ser feliz. En este caso puse en la balanza mi profesión y el ser humano al que hay que tratar con respeto más allá del dinero, sea o no jugador de fútbol.
P: Imagínese que llega el Peñarol y le hace una oferta. ¿Se la pensaría?
R: Es el equipo que más amo en el mundo. Soy hincha y socio de ese equipo desde pequeño, y además tuve la fortuna de haber hecho historia con él. Quizá mi sueño como futbolista sea el de retirarme en ese club el día que decida colgar las botas.
P: Si tuviera que definir a la afición del Albacete Balompié, ¿cómo lo haría? ¿Usted también cree que es tan fría como dicen?
R: Puede ser, pero todo va acompañado. Indudablemente, la gente de aquí es muy especial porque es muy exigente con los jugadores y con los que manejan la institución. Creo que todas las aficiones son iguales, lo que ocurre es que aquí, no sé si por cercanía con Madrid o con el fútbol de élite, la gente espera algo similar. Cuando pasé por Vitoria, una ciudad distinta con gente diferente, observé que la afición quizá era más efusiva para lo bueno y para lo malo. En Albacete, cuando ve que el equipo está respondiendo, se apega mucho más.
P: Su paso por el Alavés también fue duro ¿Puede explicarnos qué fue lo que ocurrió realmente?
R: Fue durísimo, ni yo mismo puedo dar esa explicación. Fue una experiencia que viví yendo a un sitio con una persona muy particular en el mundo del fútbol, que había sido la misma que insistió en que yo llegara. Cuando me llamó la primera vez le dije que no me quería mover de Albacete, pero después, ante la insistencia de Piterman y el ahorro de una cantidad importante de dinero para el club, tomamos esa decisión. Fui a un lugar donde la ideología de una persona puede ser o no compartida, pero su manera de manejar el club es muy particular.
P: ¿Qué va a decir de Albacete cuando le pregunten?
R: Lo mejor, porque yo he vivido aquí increíblemente bien y eso no me lo borra nada. Si tengo que recomendar a algún jugador venir aquí, lo haré con creces porque para la gente joven es un trampolín muy lindo donde se aprende mucho.
P: De César Ferrando ya comentó lo que tenía que comentar en su momento. ¿Y de José González, que fue otro de sus entrenadores en el Albacete?
R: Es un trabajador del fútbol que no tuvo suerte.
P: ¿Se imagina otra vez en Albacete, en otro contexto diferente o con otra gente diferente?
R: Como futbolista será dificilísimo, tengo treinta años y la carrera se va acortando. Espero volver algún día y poder hacerlo con la cabeza alta sin tener nada que me puedan reprochar. Espero hacerlo, aunque sea como turista.
P: ¿El día que cuelgue las botas, tiene pensado dedicarse a otra actividad dentro del fútbol?
R: No lo he pensado aún, pero no se puede decir no a nada de antemano. Si ahora
mismo me preguntasen si quiero ser entrenador diría que no porque muchas veces, aunque no en todas, la imagen del futbolista se deteriora un poco cuando pasas a dirigir un equipo. En cuanto a dirigente, seguramente no, aunque hay otras áreas con menos presión como director deportivo, ojeador, etc.
P: ¿Como se ha tomado el vestuario su marcha?
R: No lo sé, imagino con respeto porque es lo que mantuvimos siempre entre todos. Yo consideré en su momento que les tenía que dar una explicación porque eran los que más se la merecían . Algunos se lo tomaron con más melancolía que otros porque había estado más tiempo con ellos, pero les deseo lo mejor a todos.
P: Usted mantiene una relación de amistad con José Luis Zalazar, su representante. ¿Tiene la impresión de que también ha dejado huella, aunque con menos años que él en el club?
R: No se puede comparar. Hablar de Zalazar en Albacete es para quitarse el sombrero, al igual que Catali, que Parada y tantos otros que sí han marcado historia. Yo intenté hacerlo lo mejor que pude independientemente de no haber jugado como hubiese querido en algunos partidos. De parte de la institución se generó en algún momento algo importante en torno a mí, pero la gente será la que juzgue si uno fue o no útil o si quedaré o no en la historia de este club. Seguramente por la estadística sí al ser el tercer máximo goleador del Albacete en Primera División, pero los números son fríos y lo que pueda quedar de lindo es lo que piense la gente.
P: Quizá por eso resulte curioso que se pase de ser un emblema a mandar a los capitanes a comunicarle que se queda sin ficha.
R: Aunque me lo imaginaba porque me habían hecho saber que no iban a contar conmigo y en la pretemporada no jugé nada, aquello me dolió muchísimo sobre todo porque los capitanes son dos amigos míos a los que quiero mucho, y precisamente fue duro porque se trataba de ellos.
P: El problema, por tanto, fue una falta total de comunicación.
R: En mi caso no puedo alegar nada de eso porque hace veinte o veinticinco días habló conmigo el entrenador. Yo no hablé, no consideraba oportuno tener un diálogo porque no era justo y sigo manteniendo que no me gustó la reacción que tuvo el club conmigo, algo que después se habló y quedó zanjada la cuestión.
P: Cuando se despidió en rueda de prensa junto al presidente, ¿se mordió la lengua en algún momento?
R: Nunca lo he hecho porque si bien siempre diré lo que pienso sin ocultar nada, hay cosas personales que prefiero decírselas directamente a esas personas como en su momento hice ya que la hombría consiste en decir las cosas de frente y no como hicieron conmigo cuando me mandaban recados o avisos de otra manera. Lo que no puede pasar es no jugar ni un minuto después de lo que hice por el club, y por eso las cosas se dicen a la cara y no a través de la prensa. Pero después de solucionarse esto, mantendré seguramente una relación duradera con la gente que está en el club.
P: Da la impresión de que su conflicto con el club es un caso paradigmático de la creciente mercantilización del fútbol actual.
R: En el fútbol mandan los resultados. Si lo haces bien, fenomenal, y si mañana no lo haces, te tendrás que marchar. Pero con los jugadores, entrenadores o directores deportivos pasa igual porque si tienes una oferta, te vas, o quizá no siempre y por ello no se puede generalizar porque todos somos diferentes. Lo que está claro es que si juegas y marcas eres un dios, y si no, no vales para nada. Quizá en el fútbol se ha perdido el respeto a la persona.
P: Pero se supone que los contratos están para cumplirlos.
R: Sí o no, porque yo tenía cuatro años de contrato, me podría haber ido cuando no me quise ir y en tal caso se me podría haber criticado por ello. Lo que ocurre es que se da más el caso del que se quiere ir que lo que hice yo porque lo primero está el sentimiento y lo que has vivido.
P: ¿Qué mensaje de despedida querría dirigir a los aficionados?
R: Simplemente el agradecimiento que me sale del corazón a toda la gente por su modo de tratarme. Es lo más importante que he vivido a mi paso por Albacete.