Manolo Lama escribió:Yo he sido crítico en algunos momentos con él por su forma de llevar el partido y no tener capacidad de adaptación a las circunstancias, lo que nos ha hecho sufrir para sacar partidos. Y luego están los planteamientos fuera de casa.
Pienso que la afición tiene derecho a manifestar si está contenta o no con el juego del equipo, aunque esté en posiciones altas. Luego, ganar una final por el ascenso a partido único en Riazor contra el Deportivo, y más siendo su ex equipo y el equipo de su vida tiene un mérito enorme, más que nada porque cambió el criterio cuando había que cambiarlo y realizó los cambios de jugadores y tácticos oportunos para atacar las debilidades del rival, lo que se tradujo en una gran victoria que se recordará aquí por mucho tiempo.
Yo era partidario de su continuidad, porque tiene contrato y porque ha cumplido el objetivo, aunque era consciente de que si el equipo no funcionaba de primeras en segunda (cosa razonablemente posible) se las iba a ver muy mal aquí con la afición, iba a salir en la jornada 8-10 y nos íbamos a tener que pasar la temporada con un equipo hecho a su medida. Por lo tanto, creo que es bastante inteligente por las dos partes, club y entrenador, separar sus caminos.
Ahora, guste más o menos, incluso le guste a él o no, aquí es un héroe para la historia bajo mi punto de vista.
Es que, si valoramos a DLB por su último partido, el planteamiento para la temporada que viene sería: "DLB y 22 más". El problema es la sensación de que, con el equipo que tenía, cualquier entrenador sensato, lo hubiera hecho, como mínimo igual (al margen del ascenso).
Con un equipo potente, un entrenador que: A-tenga planteamientos tácticos sensatos B- sepa desarrollar el estilo de juego más adecuado a las características de la plantilla y C- tenga mano izquierda para gestionar los egos y los conflictos. Cualquier entrenador que cumpla esas tres. con un equipo potente, lo tiene todo para triunfar.
¿Ejemplo? Del Bosque, no se podrá decir que revolucionase el fútbol, pero era sensato, racional y conciliador. Tuvo equipazos y obtuvo resultados sensacionales. Un buen entrenador, sin alardes, sin ir de pionero, sin revoluciones tácticas.
DLB es un buen entrenador, pero le puede el carácter, no parece capaz de conciliar, no ha sabido lidiar con la afición, generando una espiral de inquina, tal vez excesiva. Parece que los problemas externos con la afición, también lo han sido internos en el vestuario. Así, no.
El problema es que DLB ha obtenido rendimiento a uno de los mejores bloques de la categoría, pero no ha puesto esas otras cualidades que marcan la diferencia. Cualquier entrenador correcto hubiera obtenido resultados. No digo ya el ascenso, que no olvidemos, se obtuvo tan por los pelos, que al kminuto 90 del partido estábamos fuera, ya que el empate no nos valía.
Un 0-0 en el minuto 120 y el Deportivo hubiera ascendido sin marcar un solo gol, ya que al no existir penaltis, se otorga ventaja al mejor clasificado. El Deportivo fue subcampeón de grupo. DLB lo hizo francamente bien, el equipo compitió admirablemente bien, y ganamos.
Reconocido lo evidente, mi impresión es que DLB no ha aportado al equipo nada que no hubiera podido aportar otro. El mérito que se ha ganado con el ascenso es, a pesar de todo, indudable. pero, reconocido el mérito, desde estas bases era peligroso comenzar una temporada en la que, a diferencia de la anterior, no nos contaremos, al menos en teoría, entre los capos.
Hagamos un buen equipo, fichemos a un entrenador sensato y que no pise charcos...y con eso ya tendremos mucho ganado.