Minicrónica de la expedición foril a Quart
Fria y lluviosa tarde en Valencia, y como quien suscribe se quedó ayer con el mal sabor de no acudir al partido por motivos de salud, la visita a Valencia del juvenil era ocasión para resarcirse. Así que finalmente Rovaniemi y un servidor formamos parte de la nutrida representación albacetista en el Campo Municipal de Quart de Poblet.
Primera parte (a la que acudimos tarde por encontrarse un forero con pseudónimo de queso a pilas) perdido en cierta estación de metro donde Cristo perdió el gorro) marcada por nuestra debilidad defensiva, suficiente diferencia en un encuentro equilibrado y anodino para que el Quart crease las mejores ocasiones y nos complicase el partido con un gol tempranero y dos ocasiones no menos claras que nuestro portero resolvió con excelentes reflejos.
Pero quien perdona, lo paga. El Quart es un equipo apañado y ordenado que sabe jugar el balón y esta tarde le supo dar salida con buen criterio; pero careció de chispa, o de contundencia y así un duro disparo frontal restablecía el equilibrio y nos daba aire el un partido que se antojaba cuesta arriba.
En la segunda parte arreciaba frío y lluvia pero si el clima empeoraba, la imagen del equipo, justo a la inversa, mejoró notablemente. Con una defensa más centrada el Alba vedaba a los locales el acceso a su portería y progresivamente se acercaba al área rival, con orden defensivo y esporádicas ráfagas de brillantez ofensiva en buena medida gracias a genialidades de nuestro nº 8 (Victor, si no me equivoco) que desquició al lateral local, hasta el punto de que este acabó expulsado tras recriminar al árbitro sus decisiones en un lance del juego.
Contra una defensa sólida el Quart quedó sin ideas y sin los pasillos que en la primera parte habían propiciado sus oportunidades. Hasta dos goles anulados (¿por falta? el primero y por fuera de juego el segundo) señalaban el creciente dominio de un Albacete Juvenil que tuvo las mejores ocasiones de este periodo en sendos tiros que acabaron fuera. Finalmente, otro disparo desde la frontal ¿de Diego? ponía el marcador a nuesto favor para desesperación de un Quart que a pesar de sacar y tocar bien el balón, se diluía en las inmediaciones de nuestra área.
Con un cuarto de hora por delante un Quart enrabietado empujaba a los nuestros hacia atrás, y con corazón, pero también con criterio, buscando bien nuestra banda derecha, comenzaba a embotellarnos. El empuje del Quart estuvo cerca de obtener premio en un duro saque de falta lejano, bien atajado por nuestro portero, y en una jugada posterior también salvada con acierto por el guardamenta.
LO MEJOR
Nuestro nº 8 fue un estilete que volvió loca a la defensa rival. Rápido, desequilibrante y hábil.
El portero, decisivo en sus intervenciones. Si gana seguridad por alto, apunta maneras.
Planteamiento serio y juego sólido y con destellos puntuales en la segunda parte.
LO PEOR
Debilidad defensiva en la primera mitad, en especial por banda derecha.