Me quedo con esta frase " Luego vino el negocio. El fútbol dejó de ser un deporte y aunque sigue siendo un juego ha cambiado mucho. Ya no hay sentimiento por los colores, ni sentimiento de pertenencia.... Ni siquiera con el segundo ascenso logré vivir lo que antes. Ya no había sábanas blancas colgando por los balcones de la Calle Ancha, ni 11000 abonados, ni desplazamientos masivos. Albacete seguía teniendo su equipo, pero la mayoría de la gente joven prefería hacerse del Madrid o del Barcelona, tirando del éxito fácil y seguro."
Que grandisima verdad, pero por suerte, este socio que nunca he conocido, te hace ver que lo que engrandece a un club son las personas. Que cuando el futbol es negocio da asco. D.E.P.