Sois unos exagerados, yo no suelo fumar mucho,pero de vez en cuando fumarte un pitillo, a mí me sienta de lujo.
Yo tuve una anécdota muy curiosa, que me pasó el pasado mes de septiembre durante mi estancia en Nueva York.Estabamos comiendo en Central Park(típica comida pic-nic con mantita y todo) y claro,en ese estado de paz y tranquilidad,rodeado de inmensos árboles y de enormes edificios al fondo,me apetecía un montón fumarse un cigarro.
Ni corto ni perezoso,me senté en un banco todo tranquilo me encontraba superagusto y me encendí un cigarro y me lo estaba fumando como si me estuviera comiendo un pedazo de bocata de lomo de orza,con un gustazo impresionante.A eso que se me acercan un par de niños, que andaban por allí correteando y jugando,se me plantan delante y con una vocecilla de dibujos animados,empiezan a decirme en inglés que fumar era malo y que me iba a morir y que porqué fumaba...jajajajajaja.
Que cachondos estos americanos.