Ana2000 escribió:[...]La nostalgia con respecto al papel se me quita cuando veo caer hectárea a hectárea cada bosque de América del Sur. Aparte de eso, las ventajas de pasarse al ereader son brutales: tener una biblioteca de miles de libros siempre a tu disposición y en un bolsillo, evitar pérdidas/deterioros, adiós ácaros, la discreción total (nadie sabe qué estás leyendo, ¡por fin puedo dar rienda suelta a mi interés por Ana Rosa Quintana!), la muerte de la tontuna esa de hacerse el interesante cargando de libros la biblioteca del salón aunque no la use nadie, la muerte del marketing de las portadas y el aspecto de la edición en beneficio del contenido a secas y la calidad literaria,... y así una lista gigante.
Seguramente los monjes copistas también pensaron que su oficio maravilloso no podría ser desbancado por la maquinita fea de Gutemberg, pero mire usted mire usted qué guasa.
Por menos de ochenta euros me he comprado un acceso a la cultura literaria universal. Póngale papel a eso

Ana2000, después de leer tu opinión, la cual respeto, me veo de nuevo en la casi obligación de responderte...
Lo que dices es razonable, pero discrepo. En primer lugar, ni por asomo todos los bosques que se talan, tanto en América del Sur como en el resto del mundo, son para papel para hacer libros, si bien es cierto que parte de ese papel irá para ese uso, y con esta nueva tecnología se evitaría ese porcentaje. Pero no nos engañemos, la industria relacionada con la tecnología del género en el que se incluye los "e-readers", y similares, también genera mucha contaminación. No sé el dato, pero me suena que los niveles no son precisamente bajos. No digo que por eso ya haya que abandonarse, pero que si una opción tiene defectos medioambientales, la otra también, y sería interesante compararlos.
Respecto a tener la biblioteca de miles de libros siempre a tu disposición, ahí no puedo decir nada. Es verdad, debe de ser una comodidad muy grande. Pero por supuesto, para un nostálgico de los libros de toda la vida, no supone tanto problema tener que ir a la biblioteca de tu casa, o la municipal, y hacerse con un nuevo ejemplar. Si vas en el tren, por ejemplo, solo tendrás ese ejemplar disponible (o como mucho, otro más si estás terminándolo, como hago yo), pero, ¿para qué más? Yo leo los libros de uno en uno...
Evitar pérdidas/deterioros se evitarían, aunque en mi caso no recuerdo haber perdido nunca un libro. Pero, ¿qué ocurre cuando lo que se pierde es el e-reader?
Respecto a la discreción, toda la razón, aunque es algo que mí no me preocupa especialmente, no en vano no soy seguidor de AR Quintana, jajaja. Y el resto de razones, alguna menos que otra, pero me parecen razones secundarias.
Los monjes copistas que pensaron eso, está claro que se equivocaron. Y seguramente tengáis razón los que opináis que el futuro no son los libros, yo no voy a decir que no. Pero sí creo que no se erradicarán del todo. Como bien compararon antes, tal vez ocurra como con el vinilo.
Al menos en mi caso, no descarto que me pase al "e-reader", pero de ser así, que lo dudo, sería dentro de mucho tiempo. Mucho tiene que cambiar la cosa. Prefiero sentir las hojas, oler el libro, a nuevo o viejo, según cada caso. A pesar de los ácaros y a pesar de no poder leer en la oscuridad, o del "engorro" de estar pasando páginas. Es cuestión de gustos.
