http://www.casadellibro.com/libro-la-ve ... 65/2114929He leído "La verdad sobre el caso Harry Quebert", último exitazo de un nuevo escritor sueco de suspense. La moda es la moda. Por supuesto no me lo he comprado yo (jamás compro libros que están de moda), me lo han regalado, y encima desde el cariño.
Así está el mercado, si una editorial con suficiente pasta decide colocarte a su escritor nuevecito, te lo coloca. El escritor nuevecito se ha marcado su novela de suspense de 700 páginas, evidentemente engordada hasta la agonía, y sin necesidad de hacer Alta Literatura, simplemente con una técnica periodística correcta (que es a lo que ahora llamamos literatura, porque no hay otra cosa) y un guión interesante pero falto de intensidad, frío, descarnadito, ha sido lanzado a la fama propulsado por la campaña de marketing millonaria de la gran factoría. No hace falta nada más para ser un escritor famoso, si en la tele/radio/prensa/red dicen que tu libro es muy bueno y que eres la revelación, lo eres, punto final.
Aún así, he sido capaz de leerlo entero, y hasta algunos capítulos los he disfrutado.
A mí de la manada sueca del misterio sólo me cuelan a Henning Mankel, y eso que con el último, Huesos en el jardín, según me dicen adolece de morro de superstar y se ha descolgado con un libro-baratija. Cuando lo vea muy barato y de segunda mano, igual me atrevo.
Lo bueno de que la literatura actual sea este ciclón impersonal académico y periodístico de chavales de gaceta local que no deja ninguna impronta distintiva en su trabajo, es que cuando se hacen famosos y la gente empieza a exigir más producción, cualquier grupete de escritores esclavos (o más conocidos como negros) de los que guardan las factorías literarias bajo llave puede suplirles y no se nota nada de nada.
Precisamente ahora me voy a empezar a leer otro libro escrito por uno de los negros de Stephen King, "Desesperación", y llega un momento que ya ni te importa que así sea. Es como comer miguelitos de la Roda que no son de La Moderna, que bien mojados en sidra y en la feria a las seis de la mañana te da lo mismo y te está buenismo.