3 de agosto de 2006. La Sexta ha puesto encima de la mesa 150 millones de euros por los partidos en abierto de la Liga de fútbol, una oferta inalcanzable para la Forta, actual propietaria de los derechos, que ahora abona unos 90 millones por el paquete. En la asociación de las televisiones autonómicas, donde esta integrada Castilla-La Mancha Televisión (CMT), dan por perdidos los partidos de los sábados, ya que no hay dinero ni disposición para igualar la oferta de la nueva cadena de televisión. Desde luego, en el caso de consumarse el cambio de titularidad de estos derechos, las autonómicas pierden uno de sus mayores atractivos y su filón de mayor audiencia.
La Sexta ha apostado decididamente por los acontecimientos deportivos para hacerse un hueco dentro de la voraz competencia televisiva. Comenzaron con el Mundial de Fútbol, ahora lo hacen con el de baloncesto, y el canal de las productoras pretende también hacerse con los derechos de los 38 partidos en abierto de la Liga de fútbol Profesional, es decir el tradicional encuentro de los sábados, que hasta ahora venían emitiendo las cadenas asociadas a la Forta.
De concretarse el negocio, cuyas negociaciones acaban de empezar, sería un duro traspiés para las cadenas autonómicas, que sustentan gran parte de sus cifras de audiencia con los partidos del sábado por la noche. El mejor ejemplo es Telemadrid, que logra sus mejores registros del año cuando juega el Real Madrid en abierto, y los récords los bate cada vez que se disputa el derby madrileño. También CMT registra con el fútbol sus mejores audiencias y, precisamente, serán las nuevas cadenas autonómicas, que basan parte de su estrategia de posicionamiento en los partidos de fútbol, las más perjudicadas en el caso de perder estos derechos.
En la Forta se descarta cualquier puja contra La Sexta por las cantidades que se barajan y tan solo se enfrentarían a la negociación con una máxima: "Pagar lo mismo por el mismo contenido". En su opinión, el panorama audiovisual no ha cambiado en los últimos meses como para que el precio de los derechos se dispare hasta los niveles actuales de negociación.