Plofffnikov escribió:Bueno, pues ya más tranquilo después de haber llegado con un cabreo de 3 pares de narices, y sin dejar casi ni un minuto de comerme la cabeza, he llegado a la conclusión de que hacer un análisis de la situación del Alba desde el fútbol es inútil. Todos sabemos desde la jornada 1 (cuando nos metió 3-0 el Rayo), que el equipo estaba muy descompensado, que se fichó tarde y mal, que luego se despidió a lo que se había fichado y se volvió a fichar aún peor, que nos marca goles hasta un borracho cojo… Si es que eso lo sabemos todos, ya ajustaremos al final cuentas con quién haya que ajustarlas.
La verdadera razón por la que el Alba está a un paso de la 2ªB es emotiva, aunque parezca una chorrada. Estos jugadores, independientemente de la calidad que tengan, han demostrado que no merecen llevar el escudo que han llevado tantos hombres que son algo así como semidioses para muchos de nosotros. Alguno de ellos al borde del llanto esta tarde. Empezando por el capitán, un señor que no hace honor al brazalete que ha llevado gente como Catali, Sala, Padilla, Noguerol… por citar los que he visto en acción. Y claro, si el capitán no da ejemplo, el resto del vestuario tampoco.
Y por qué pienso que la razón es emotiva? Por varias cosas, el equipo no está identificado con la ciudad, a mi me dan igual las 120 iniciativas de Castelo o las Marchas Blancas, etc (aunque las respeto y me parece que tiene muchísimo mérito hacerlas)… Ahí demostramos que todo el mundo es bueno, y queremos muchísimo al Alba, pero la realidad es diferente. Un equipo al que no le da igual lo que sienta su gente no puede perder tan claramente contra otro que no se juega nada para sellar la permanencia sin oponer resistencia. Un equipo que sabe todo lo que lleva detrás no se puede dejar remontar un 1-3 en Cádiz. Un equipo que siente el murciélago que lleva en el pecho no puede cometer la irresponsabilidad de prácticamente cargarse a dos entrenadores porque les apetece o por lo que sea.
Aquí está el problema en el que quiero incidir, el Albacete Balompié (igual que el fútbol desde lo de las SAD) ha perdido su alma, cada año cambiamos la plantilla por completo, como el que se cambia de calzoncillos, y así ocurre, que los que llegan no tienen ni tiempo de identificarse con la ciudad ni con la afición, vienen a hacer su añito, a salvar la situación sin mancharse la camiseta y a intentar engañar a otro equipo y a otra afición al año siguiente.
El Alba hace mucho tiempo que no tiene alma, tiene a veces ramalazos de algo parecido al orgullo (la plantilla de hace dos años), pero hace mucho tiempo que es un juguete roto, en manos de directivos irresponsables que despilfarran el dinero que no es suyo, de personajes oscuros que solo buscan su propio beneficio, y si es fastidiando al enemigo mejor, es una arma arrojadiza que solo sirve para que distintos impresentables se tiren sus odios a la cara poniendo por delante al murciélago y a los tres castillos (si don Antonio levantara la cabeza…), y es un cúmulo de jugadores sin implicación, luego le sumas a eso el declive deportivo, la situación económica, que las instituciones y la ciudad de Albacete en general nos han dejado a la deriva y ahí nos las den todas…
Resumiendo el tocho, descendamos o no, nuestro Alba está muy muy malito y si no se nos muere se nos puede quedar hecho un vegetal en 2ªB. Para mi solo nos quedan dos motivos por los que merece poner la cara sonriente a pesar de estar destrozados por dentro, y apoyar a muerte contra el Gerona y el Cartagena, la afición (pero la de verdad, los aficionados que sienten esto como algo suyo y hoy se acuestan sin cenar) y su historia.
Pero esta historia es nuestra intrahistoria unida al Alba, es la que va aparte de los cañonazos de Zalazar, las genialidades de Jandro, la garra de Coco, las galopadas de Menéndez, que ya aparecen en las hemerotecas y aparecerán en los libros de historia (al tiempo).
Es la primera vez que fuimos al fútbol, y el campo nos parecía inmenso, las pistas de atletismo casi una autopista de varios carriles con alguna cama elástica o vallas de obstáculo, y las porterías dos monstruos gigantes. Son las olas pintadas en la pared de la piscina del estadio. Es la bufanda deshilachada y que ya no se puede ni lavar con el borde de la bandera de España. Es Parrita. Es el olor a puro y al césped recién cortado. Es tu madre preguntando como han quedado aunque no le guste el fútbol y sintiendo las victorias y las derrotas como suyas al ver como las vives. Es tu tío contándote historias del año de los 111 goles y la Preferente Murciana casi metiendo él los goles mientras lo cuenta. Es ir al Val General a que te firmen los jugadores las tarjetas esas con su foto y salir de allí más contento que una pita. Es tu abuelo regalándote su gorra del Alba un poquito antes de irse (ojo, ni del Madrid ni del Barça) y diciendo lo bien que jugaban antes y que ahora no tienen “sangre”, son los amigos de siempre que no ves durante la semana porque cada uno tiene su vida y con los que te juntas poniendo de excusa el fútbol. Y curiosamente, pasado el tiempo, esta intrahistoria es la que permanece. Seguro que nadie recordaremos de esta temporada las “galopadas” de C17 por la banda, pero si como 800 albaceteños que perdían 4-0 callaron a 25.000 herculanos que iban disparados a 1ª. Tampoco recordaremos el juego vertiginoso de Verza, pero si nos acordaremos de que vimos de una manera casi furtiva escaparse dos lágrimas como dos puños a algún compañero de asiento.
PD - Esto lo iba a poner en el post del partido, pero creo que pega mas aquí aunque no sea una carta a los jugadores. Gracias a los que os molesteis en leer este megatochaco