Lo de los gorrillas ha pasado de simple picaresca a terrorismo organizado.
Terrorismo organizado porque te amedrentan entre varias personas, como si se tratase de un sindicato del crimen, lo tienen todo controlado, al menos aquí en Alicante, en las inmediaciones del Hospital General Universitario y alguna que otra zona más. Cada uno en una calle, ocupando unas zonas distintas para tenerlo todo cubierto.
Si tienes la desgracia de tener un familiar enfermo no sólo tienes que aparcar a cientos de metros del hospital sino que encima tienes que pagarles el impuesto revolucionario, para que luego vayan al camello de turno y se pongan ciegos. Porque si lo utilizaran para comprar leche infantil, pan, fruta...pues dolería menos tener que dar el dinero que me gano, después de impuestos, con el sudor de mi frente. Pero para droga...no padre.
Todos los conductores sabemos perfectamente que si no accedes a sus pretensiones económicas puedes encontrarte el vehículo rayado, saqueado, con los cristales destrozados, espejos retrovisores colgando, etc...sólo porque no quieres acceder al chantaje de esos indeseables.
¿Llamar a la Policía? ¿Para qué? ¿Para que se den el paseo y eviten que el gorrilla esté ahí durante unos minutos? La Policía sabe perfectamente quiénes son, qué hacen y cuándo y donde, pero...entre que últimamente la Policía no tiene muchas ganas de trabajar -sólo de multar y perseguir al contribuyente- y la Ley es una auténtica basura, los ciudadanos normales, los que nos sentimos desangrados por tantos recortes, impuestos, tasas, multas...no podemos hacer nada.
Quizás llegue el día en que un gorrilla sea apuñalado por un conductor, quizás pueda ocurrir al revés, entonces todos se rasgarán las vestiduras, todos correrán para solucionar este problema, pero hasta que eso ocurra...
Esta es la democracia, esa basura que cada día nos hace ser más pobres, más vulnerables y que da alas al malhechor y coharta la libertad del buen ciudadano.
PD: Próximo capítulo el tullido del semáforo.