El juicio por dopaje de Floyd Landis se ha convertido en un argumento de película de Hollywood con sexo, acusaciones de chantaje y amenazas. El jueves acudió a testificar Greg LeMond -citado por la USADA- a la corte de Malibú, donde se está celebrando la vista, y el que fuera tres veces campeón del Tour declaró que había recibido amenazas de los asesores de Landis para que no testificara.
LeMond declaró que el pasado 6 de agosto le llamó Landis para pedirle explicaciones por unas declaraciones que había hecho a propósito de su supuesto dopaje en el Tour. Y en esa conversación LeMond le dijo: "Tienes que decir la verdad para ayudar a limpiar nuestro deporte. Si consumiste testosterona, por tu propia salud y por tu futuro, dilo, te va a pasar factura". A lo que Landis le respondió: "¿Y qué gano con ello? Si lo hice, voy a hacer mucho daño a las personas que me rodean y destruir a mucha gente".
Fue entonces cuando LeMond le confesó que de pequeño había sufrido abusos sexuales y que tardó muchos años en superar ese trauma. "Mantener ese secreto casi me destruyó y de callarte también te destruirá a ti", le dijo a Landis con la intención de ayudarle. "Compartí con él mi propia experiencia y los efectos negativos que me causaron guardar un secreto que es malo".
La amenaza.
LeMond denunció que los asesores de Landis habían utilizado "esa información personal y confidencial" para amenazarle. Greg dijo que el miércoles por la noche recibió una llamada telefónica en la que un hombre se hizo pasar por su tío y le dijo: "Mañana voy a estar en la sala y voy a contar todo sobre cómo hacíamos nuestro acto sexual". LeMond comprendió que se trataba de una "intimidación". "Por alguna razón no querían que viniera a declarar", dijo. Rastreó la llamada y logró comprobar que procedía del móvil de Will Geoghegan, mánager de Landis. LeMond acudió a presentar una denuncia ante el sheriff de Malibú con su esposa como testigo, que había escuchado la conversación. Cuando LeMond hizo estas declaraciones en la sala, Landis se llevó las manos a la cabeza y su abogado, Maurice Such, despidió a Geoghegan.
"La amenaza ha sido vergonzosa. Creo que ahora las personas también pueden conocer el otro lado de Landis", dijo para terminar LeMond.
El juicio concluirá el día 23 y su principal defensa ha sido cuestionar los resultados de los análisis realizados en un laboratorio francés.
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