¿Es necesario empezar ya, en la primera jornada de una larga liga, con llamamientos a la calma y a la sensatez?
Poco análisis admite el encuentro, nos pasaron por encima dando además una lamentable imagen. Nerviosos y carentes de oficio, y hurgando un poco más, imprecisos y sin juego.
Sin duda es lícito, a la vista del once, dudar de nuestras opciones. Si el año pasado carecimos de juego, el equipo post confinamiento solucionó aquella carencia haciendo buenos los fichajes realizados en uno de los mejores mercados invernales que recuerdo. El obligado parón permitió que Chema, falto de rodaje en Almería y Mesa, que venía de una lesión en Las Palmas, tomasen el mando y aportasen aquel punto de juego por el que penamos todo el campeonato.
Sin Chema y sin Mesa, sin el fichaje del necesario jugón para la medular y con un equipo muy similar al que amenazaba naufragio la pasada temporada, es normal que salten las alarmas.
Ahora bien, enfrente, el Español. Una anormalidad en la categoría, un equipo hecho para entrar en UEFA que por esas cosas que tiene el fútbol acaba entrando en barrena y en Segunda. Conserva el bloque, juega de memoria y está a día de hoy en todo, a años luz de nosotros. Un titán contra una pulga.
Es difícil juzgar nuestras posibilidades cuando de hecho debutamos en liga colocando como interior a un lateral izquierdo, porque los dos jugadores fichados para esa posición se encuentran lesionados. Una solución que tal vez quedase mejor en la pizarra de Alcaraz que en la realidad, porque si hay un puesto en el que no podemos renunciar al titular, ese es precisamente el de lateral izquierdo, y ayer lo sacrificamos como extremo.
La inexperiencia y subsiguiente falta de oficio nos puede jugar malas pasadas, y la de ayer no fue la peor de las posibles pues pocos optimistas soñaban con puntuar ante los de Cornellá. Un problema cuando apuestas por jóvenes de categorías inferiores que no va en detrimento de su calidad, pero puede ser un lastre. Para muestra un ejemplo: creo que Jean Jules no es peor que Erice, tal vez al contrario, pero ayer hubiéramos necesitado de su oficio, nuestro canterano se diluyó.
Por demás gente como Peña, que jugó un montón de minutos en un buen Mirandés y hacía en el pasado dupla titular con Silvestre en un aceptable centro del campo del Alcorcón, no son tuercebotas. Yo hubiera querido tenerlo el año pasado y acaso nos hubiera dado parte de aquellos recursos que nos faltaban. Añorar ahora a Susaeta, un jugador que está en camino hacia la retirada y vació en el Belmonte las últimas gotas de calidad de su carrera, roza el absurdo.
Tenemos mejor defensa y mejor delantera que el año pasado. No hemos tenido en ambas líneas bajas sensibles y han llegado refuerzos para suplir a jugadores que poco aportaban ya. Fuimos inferiores a un equipo muy superior, no tuvimos el día, desde luego, pero incluso aceptando que el bloque de ayer era prácticamente el mismo que casi nos desciende, hay que recordar que aquel bloque era plano y perdía partidos, pero lo hacía por marcadores ajustados y a menudo por su propia ineficacia creativa. Los rivales no le pasaban por encima como ayer.
Apunto sin embargo el más obvio motivo de preocupación: no hemos solventado el gran problema, seguimos sin tener gente que mueva el equipo y no siempre vas a cazar a un Mesa en diciembre, jugador al que Las Palmas jamás hubiese soltado de no ser porque sus lesiones lo habían dejado fuera del equipo y necesitaba rodaje. Hay que fichar un creador de garantías y hay que hacerlo ya, porque sin mayor aplomo en la media, vamos a pasarlo mal. Ya no está Erice para poner oficio o Susaeta para aportar experiencia y en su lugar aparecen jugadores tal vez mejores pero inequívocamente inexpertos.
Repetir el mismo error dos años consecutivos no puede ser bueno. Contar con esos dos refuerzos clave que necesitamos como el comer no hubiera evitado el naufragio colectivo de ayer, pero puede evitar otros. En lugar de recurrir a un alarmismo que roza la histeria, en la primera jornada y ante un rival que podría batirse dignamente en la zona media de Primera, más vale cruzar los dedos para que haya oportunidad de cazar algo bueno en lo que queda de mercado.