Biagini desencantado totalmente con el fútbol:
«De sano, el fútbol no tiene nada. Yo jamás llevaría a un hijo mío a la cancha, jamás, salvo que me lo pida. No, no se me cruzaría por la cabeza. Este circo no me gusta. Después de todo lo que vi, no puedo volverme loco por que gane un equipo». Ésta es una de las reflexiones que Leo Biagini, ex jugador del Sporting, ha hecho en voz alta en el diario deportivo argentino «Olé». El delantero dispara con balas de gran calibre desde su retiro dorado en la Liga argentina, donde ha llegado tras desvincularse del Albacete hace unas semanas.
El antiguo jugador del Sporting, ahora en las filas del Arsenal de Sarandí, denuncia en la entrevista los turbios manejos que ha visto a lo largo de su trayectoria profesional, que en España se prolongó a lo largo de 12 años (Atlético de Madrid, Mallorca, Sporting y Albacete). Al futbolista le sorprende la pasión con la que se vive el fútbol en su país. «Aún no entiendo cómo puede ser que un padre, con su hijo, se ponga en la puerta de un hotel para pedir un autógrafo. Antes pensaba más o menos así, y ahora, con tantos años de profesión, mucho más. Si la gente supiera todo lo que pasa de las puertas para adentro, los negocios que hay acá, no sería tan fanática. Después de conocer el negocio miras todo de manera muy distinta», apuntó Biagini.
El delantero dejó en el aire turbios manejos. «Por qué a veces juega uno, por qué no el otro. Por qué a veces tiene que jugar tal, que lo trajo el técnico, y el de afuera, que es mejor, come banco, cosas así. A mí me ha pasado que una directiva le ordenara a un técnico que no me pusiera. "Juegas bárbaro, pero", me dijo el técnico», descubrió para abundar: «Es la guita, la guita lo mueve todo. Las reglas ya están puestas. Es feo cuando se comenta que quizá hay jugadores que pagan los técnicos. Y hay cosas peores»
La Nueva España