Entrevista a Rubio en
La verdad ... parece que la empresa ya toma partido y ha empezado la "campaña":
Lleva más de un año lejos de los banquillos por decisión propia, pero su nombre vuelve a sonar para entrenar a equipos como el Cádiz o Las Palmas. Estuvo a punto de dirigir el proyecto del actual Consejo de Administración del Albacete Balompié, pero en el último momento, el que se lo había prometido le arrebató el sueño. Desde fuera ve mal al equipo de sus amores, pero no quiere remover temas que considera ya pasados de moda.
-Lleva tiempo fuera de los banquillos por voluntad propia, pero ahora se abren expectativas, la gente se acuerda de Julián Rubio.
-Es verdad que en las dos últimas semanas han llamado a mi puerta dos equipos de Segunda División y otro de Segunda B y eso a mí me halaga mucho porque quiere decir que no estoy muerto, que la gente se acuerda positivamente de mí y como además me hace mucha falta trabajar después de lo que a nivel personal estoy pasando, creo que va a ser un poco mi solución.
-¿Está ilusionado?
-Me hace mucha ilusión porque estoy en un momento de mucha fuerza y a la vez de mucha serenidad. He estado un año viendo fútbol, tengo otra capacidad mejor que la anterior.
-Siempre se ha echado mano de Julián Rubio en el Albacete cuando ha habido situaciones difícil, ahora es una de ellas, ¿se le pasa por la cabeza entrenar al Alba?
-A mí lo que se me pasa por la cabeza es trabajar. Considero al Albacete Balompié una opción más dentro de las que se pueden presentar, con una diferencia, que el Albacete Balompié es el equipo de mi corazón, con lo cual el trato sería muy diferente. De todas formas, no quiero cerrarme únicamente a la posibilidad del Albacete Balompié sino a cualquiera. He dicho antes que quiero trabajar aunque sea en Tercera División porque será la solución a mis males personales.
-Pero ya se cerró alguna puerta para entrenar al Albacete el verano pasado.
-Como eso es un tema pasado no quiero hablar de él. Creo que todo en su momento se enteró de lo que quise decir o de lo que dije, pero no quiero estar removiendo constantemente el tema del Albacete Balompié.
-Pero sí se puede hablar de la situación del equipo, ¿cómo lo ve?
-Pues como lo ve todo el mundo, tener dos puntos de 24 y ver todo el tiempo que queda por delante no es nada agradable, aunque la gente piense lo contrario. No es lo mismo llevar dos puntos de 24 cuanto tienes treinta que cuando no tienes ninguno. A mitad de campeonato, con las reservas, puedes vivir, pero a principios del campeonato no tienes reservas, naces con urgencias y son muy malas.
-Lleva viendo fútbol durante todo el año, ¿cómo ve el nivel de la Segunda División?
-En el mes de agosto se hablaba de que este iba a ser el año más importante de la Segunda División en cuanto a calidad y a mí me está sorprendiendo negativamente, estoy viendo una Segunda muy ramplona donde casi nadie arriesga y precisamente ahí tenemos ejemplos como Rácing de Ferrol, Numancia, Sporting, con equipos peleones, son los que están arriba, y los equipos de calidad, como Cádiz, Celta, Real Sociedad o Nástic de Tarragona están a la mitad de la tabla. Esto quiere decir que muy poca gente arriesga y hay mucha mediocridad.
-Pero, el Sevilla Atlético está haciendo un gran papel y tiene calidad.
-Es por una cosa muy lógica, los equipos filiales tienen mucha calidad y lo que les falta es experiencia, pero tienen algo que no tienen los demás, corren más que ninguno y en esta categoría, la velocidad y el ritmo de partidos es muy importante, ahí está el éxito del Sevilla Atlético.
-El Cádiz es uno de los equipos que se ha interesado en Rubio, ¿es el que más le apetece?
-No quiero cerrarme la posibilidad de ningún equipo y no contemplo solamente la Segunda División, contemplo cualquier cosa porque mi solución personal pasa por trabajar y cualquier equipo me ofrezca la posibilidad de trabajo conforme a mí me gusta, con unos condicionamientos normales y lógicos, es decir que pueda trabajar. Me da igual Cádiz, me da igual Cartagena, de hecho, también he estado en negociaciones con un equipo marroquí y me da igual un sitio que otro, lo que quiero es trabajar, necesito trabajar, explotar toda la fuerza interior que ahora mimos. Necesito tener una dedicación plena, que en mi vida no tenga otro pensamiento que el fútbol.
-Se está viendo que hay equipos que han fichado muy bien, otros regular y otros muy mal. ¿Hay mucho vende humo en el fútbol?
-Mucho, hay mucho vende humo y mucho compadreo. Cuando hablo de vende humo me refiero a la gente que sabe mucho y no sabe tanto, y cuando hablo de compadreo lo hago de muchas influencias de los representantes con la gente de los despachos. Ninguna de las dos cosas son positivas para el mundo del fútbol.
-En los últimos años en el Albacete han tenido mucha influencia algunos representantes, ¿qué le parece?
-Ilógico, el que mande en un club debe de ser el presidente, que delega en el director deportivo junto con el entrenador y nadie tiene que interponer sus intereses, que no sean estas dos figuras que representan al club.
-En el fútbol inglés se lleva mucho la figura del mánager general, que ficha y entrena, ¿es el futuro?
-Yo he sido mánager general en el Albacete siempre que he estado. Cuando yo hablaba del mánager general, la gente no sabía ni lo que era. Este año, cuando hice mi proyecto de trabajo para el Albacete propuse la figura del mánager general porque en el mismo sueldo entran los dos y además la responsabilidad es sólo de uno. Así es como debe ser porque sino cada uno tendrá la culpa de una cosa, eso es un mundo de confusiones y alguien tiene que asumir responsabilidades totales para que luego el presidente se las pueda pedir.
-¿Eso es lo que ha podido pasar el en Albacete, que hay demasiados que mandan en la parcela deportiva?
-En el Albacete y en muchos más sitios. Falta por definir quién debe de hacer el trabajo porque no puede ser que el director deportivo diga que va a tener el mando absoluto de todo, que el entrenador no va a pintar nada, que da igual cuándo llegue el entrenador, parece que va a dirigir todo, luego llega el entrenador que se impone y dice cuál es su parcela. Hay que intentar que esos cargos se unifiquen y se tenga una responsabilidad única.
-¿El Albacete está pagando la ausencia de jugadores como Parri o Calle que se vendieron en el último momento?
-El principal problema que tiene el Albacete es que le falta la calidad de los hombres que se han ido. Echo mucho de menos a Calle, a Parri, a David Sánchez, a Álvaro Cámara, porque son jugadores que te daban esa calidad que luego te permite ganar tres o cuatro partidos seguidos. El Albacete no se ha reforzado al nivel de lo que vendió, que no tenía dinero, pues es una excusa válida, perfecta, pero si eso no puedes hacerlo tendrás que valer con otros elementos y si están en la casa no hay que buscarlos fuera. Fuera se busca cuando no hay en la casa lo que hace falta, y creo que en estos momentos hay algún fallo de coordinación. La gente que ha confeccionado la plantilla creo que no conocía realmente al Albacete Balompié.
-La cantera del Alba ha dado frutos, en la última hornada están saliendo jugadores, pero ¿es ahora la situación idónea para sacarlos?
-Eso depende cómo se piense. Llegué en la temporada 88-89, con el equipo a nueve puntos de la salvación y me embarqué. Había jugadores, en teoría de mucho nivel, y me embarqué con Coco, con un montón de canteranos que en aquellos momentos fueron los que nos dieron los resultados. No hay que excluir a los jugadores de la cantera para partidos importantes si no son peores que lo que tienes. La ilusión puede mucho más que la desidia.
-Usted ha trabajado la cantera y ha sacado a muchos jugadores para el Albacete, como a Santi, al que defendió a capa y espada a pesar de que no tuvo un buen debut.
-En el Albacete siempre han salido conmigo jugadores de la casa, pero hay que buscarles el sitio en el momento oportuno y hay que irles conduciendo e induciendo al primer equipo alternativamente, no los puedes poner por demagogia, sino con coherencia, conociéndoles bien y estando coordinado con los entrenadores de las categorías inferiores, tener parte en sus entrenamientos. Conmigo en el Albacete han salido muchos jugadores que le han servido mucho al club, empezando por Catali que fue el primer canterano que yo pasé, que con 23 años estaba en el filial y no decía nada y le subí y lo hice capitán de la primera plantilla y estuvo así ocho o diez años, Coco, Santi, hay un montón de jugadores que han debutado conmigo. En el caso de Santi no estoy de acuerdo porque todo el mundo fue muy injusto, la gente de la calle, el periodismo al primer que trata mal es al de la cantera. Si no responde se ensaña con la gente de la cantera diciendo que no tiene condiciones, que no era el momento oportuno. Cuando sabes que un jugador es bueno, lo metes y le das partidos, no lo quitas así porque sí, eso es demagogia y en la cantera no se puede trabajar con demagogia porque a cualquiera se le ve el plumero.
-Julián Rubio es un mito del sevillismo, ¿qué le falta para ser lo mismo en Albacete?
-Deportivamente en Albacete hay menos costumbre de fútbol que en Sevilla, que tiene más tradición futbolera y además es una cuestión de educación deportiva. Allí hay chavales de diez o doce años que saben perfectamente quién fue Julián Rubio treinta años antes, o cuarenta años antes quién fue Campanar o quién fue Arza. En Albacete aún falta mucho para que esa educación deportiva exista. Aquí me siento muy querido y muy reconocido, pero a nivel futbolístico siempre se me ha visto como un salvador, nunca se me ha visto como un entrenador maduro. Soy maduro desde que empecé a entrenar, mi primera etapa como entrenador fue un ascenso con el Albacete de Segunda B a Segunda A. Siempre se me ha calificado como un entrenador para los momentos difíciles, pero un técnico es bueno o malo, y yo me considero un entrenador bueno porque llevo 23 años trabajando ininterrumpidamente en equipos con muchas dificultades y los he sacado adelante, con las condiciones económicas más o menos bien los he metido arriba. Al Elche y al Albacete estuve a punto de ascenderlos, después de una situación parecida a la actual. Necesité dos años para reconstruir un equipo y estuvimos a punto de ascender sin pensarlo y además dejé una plantilla preparada para un ascenso como se consiguió un año después. Hay que valorar el trabajo de un entrenado a lo largo de una trayectoria.
-¿Le molesta que le consideren un apagafuegos?
-En absoluto porque a mí no se me ha ido ni un equipo, cada uno nos especializamos en algo, unos en medicina, otros en albañilería, lo importante es ser bueno en tu especialidad. A mí en el mundo del fútbol se me ha catalogado como apagafuegos, me ha ido bien, todos los equipos que he tenido no se me ha escapado ninguno y eso quiere decir que soy muy buen entrenador. Siempre que tenido un equipo bueno lo he metido arriba y cuando lo he tenido malo lo he sacado de las dificultades y por eso me considero muy buen entrenador y eso quien que mejor lo dice es la trayectoria.
-Como especialista en situaciones difíciles, ¿la del Albacete tiene solución o es muy tarde?
-Lo que a mí me molesta mucho es la frase de que queda mucho tiempo. Eso lo utilizan solamente los que no tienen ni idea de esto. Queda muy poco tiempo, porque ahora mismo quedan los puntos suficientes como para salvarte consiguiendo la mitad de los que hay en juego. Un equipo que ha conseguido dos puntos de 24 no llega a la mitad. La situación es muy difícil y así hay que verla y se puede reconvertir con mucho trabajo, con mucha unión, todos cogidos de la mano. Ahora mismo es muy difícil y complicado y así hay que decirlo. La frase de que queda mucho tiempo me parece tormentosa y sobre todo ignorante, quien hable así es muy ignorante y está queriendo ganar tiempo.
