Luigi_Maifredi escribió:Veo que estáis dramatizando mucho la situación. Sólo hemos perdido 0-3 en casa, y somos colistas (o vicecolistas, que ya me la trae fresca) con el estadio semivacío, dando una imagen en el césped y en el palco lamentable y nada menos que en la jornada 16. Ah!, y arruinados, y con el club hipotecado, y con las instituciones y la propia ciudad dándonos la espalda...
Está claro, todavía no es el momento para hacer ningún cambio.
Y lo peor de todo, la mala memoria hará que en el futuro, cuando se hable de Contreras y cía se contará que fueron los que nos subieron a Primera, y de Ubaldo quedará el recuerdo de que acabó con 67 años de gloriosa Historia.
Hoy me sentía bajando la Avenida de España y la Calle Ancha casi igual que el día del 0-5 del Salamanca, solo que en esta ocasión no llovía, y no se ha fundido el agua de lluvia con la de mis ojos. Por que, como dice Carletess de esa chica, yo reconozco que también he salido del campo con los ojos húmedos, de pura impotencia de ver lo que ha sido éste gran club y en lo que lo hemos convertido entre todos.
Añoro los años de Primera División, sí, como todos, el Barcelona y el Madrid aquí, y los reportajes en la tele etc... Pero añoro aún más lo poco que recuerdo de la época anterior, de los últimos dos o tres años en Segunda B, tampoco había un céntimo en la caja, y no iba nadie al campo, pero se respiraba otro ambiente, el de los buenos aficionados de toda la vida que te contaban hazañas de Porro, de Neme, de los 111 goles, del paraguayo González, del día del Huelva, de cuando casi eliminamos al Tarragona en cuartos de la Copa... Unos ya no están por ley de vida, pero a otros los han echado del campo.
Añoro también ese espíritu de humildad que tenía todo el mundo. Los aficionados y los que mandaban eran conscientes de que éramos un club modesto, y nadie practicaba el onanismo mental viendo donde podíamos llegar, ni miraba por encima del hombro a nadie. Eso sí, tampoco permitíamos que nadie nos pisara.
Incluso echo de menos a los futbolistas de entonces. Seguro que también eran unos mercenarios y unos juerguistas, pero cobraban mucho menos y los ponían mucho más en el campo. Y al que no los ponía no solo lo mandaban a la grada, sino que además le tocaban el bolsillo (los veteranos seguro que se acuerdan de esto)
Además, la cantera era fundamental.
Y sobre todo, añoro la honradez que había. Tampoco había ni con que encender (como dijo el filósofo), y lo que se ponía lo ponían siempre los mismos y de su bolsillo. Y ya se sabe que uno con lo suyo tiene más cuidado que con lo del vecino. Pero llegaron las malditas SAD.
Y la humildad y la honradez la hemos perdiendo poco a poco. Y esas dos cualidades son las que nos pusieron en el mapa futbolístico hace años. Y también son, paradójicamente, las patas de la mesa que se ha ido rompiendo, y que hacen que nos estemos tambaleando.
En fin, seguro que todo ésto no era tan bonito como lo pinto, pero las primeras veces son las que marcan.
Disculpadme por la parrafada, pero es lo que siento ahora mismo. Mañana será otro día.
Te cito el post entero en homenaje. Yo creo que, desde un punto de vista objetivo, el palo del partido de hoy es comparable al del 0 5 del Salamanca, o al del Villarreal el año de Monteagudo.
No coincido contigo, sin embargo, en una cosa. El día del Salamanca (y no tanto el del Extremadura ni el del último descenso) sentía como si perdiera un ser querido; me costó días recuperarme; como mucha gente que bajaba la Avenida con lágrimas. Ahora no hay que llorar; después de ver la banda de sinvergüenzas que han hecho posible esta situación, observo las cosas desde otra perspectiva. Si se produjera el milagro de no descender, tendríamos que soportar los cuentos chinos y las milongas de estos incapaces arribistas que no supieron parar donde debían, en una oposición valiente y sincera, y prefirieron ejercer de aprendices de brujo en un sitio donde ni les habían llamado ni pintaban nada. Ahora no sirve de nada mirar atrás, aunque sea necesario, en un momento determinado, exigir responsabilidades. Ahora está en juego la supervivencia de un equipo en LFP, y este Consejo es incapaz siquiera de pelear por ella.
Lamentablemente, nos vamos a Segunda B. Y lo peor es que quedan seis meses para consumarlo, en los que vamos a ver de todo.
Y que nadie olvide que este descenso a Segunda B, inminente, se empezó a cocer el mismo día que se decidió que el Albacete no luchara por mantenerse en Primera, el mismo día que se confió en Monteagudo. De esto va a hacer tres años. Y la afición estalló ayer, después de tres años viendo la monería y el cuento chino. Y que nadie diga que el año pasado acabamos sextos, porque el año pasado y el anterior fueron un anuncio de lo que venía. Por la inutilidad de unos y de otros.