Estebanovsky escribió:Bueno, una vez que he opinado sobre el pollo que se ha montado, voy a opinar sobre el tema en sí que comenta JuanLUX.
Aunque con estas palabras quizás desde este foro me manden a la gestapo a mi casa (o eso piensan algunos), creo que casi todos los periodistas se llevan mal con Máximo y no son capaces de reconocer su gran labor como entrenador.
Yo no sé si lo de Noguerol es cierto o no, ni voy a entrar a valorarlo, pero aun siendo cierto, digo yo que Máximo algo de culpa tendrá en la resurreción de este equipo, porque los jugadores que nos han salvado, son los mismos que jugaban con Quique Hernández y parecían unos muertos vivientes por el campo.
Por el cambio de carácter de la plantilla en el cambio de Quique a Máximo, me hace pensar que mucho tiene que ver Máximo que ha sabido darles una confianza y un carácter que antes no se les veía.
Pero como llevan todo el año dándole cera a Máximo por hacer una pésima labor como seretario técnico, y sobre todo, porque no hablaba con la prensa, pues les cuesta dar su brazo a torcer y reconocerle algo a Máximo.
Considero que la mayoría de los periodistas han perdido con Máximo la objetividad, algo que es un principio básico para cualquier periodista.
This is my opinion.
Estoy de acuerdo. Creo que los problemas con Máximo so ya más personales que profesionales. Máximno entró con mal pie, con salidas de tono totalmente inapropiadas y desde entonces, aún antes de que pudiera cometer los errores que después ha cometido, lleva recibiendo leña.
A mis ojos la prensa de Albacete está perdiendo mucha credibilidad con esto. Lo siento pero desde la distancia creo que en esta guerra de declaraciones cruzadas hay más de amiguismo y "enemiguismo" (si se me permite el "palabro") que de crítica objetiva.
Máximo se ha equivocado a veces (no más que otros) pero con Máximo hay menos tolerancia y condescendencia que con otros. No se le pasa una.
Lamentablemente muchos periodistas (y no solo de Albacete) se creen con derecho a condicionar desde la sombra la labor de quienes son objeto de su atención. Si el sujeto noticiable no se pliega a lo que el periodista considera bueno, o no se molesta en ganarse la simpatía del redactor (ya sea por timidez, por preferir mantener las distancias o por ser un borde), entonces puede ponerse a remojo.
La prensa es cada día más lamentable: la cruzada pro-Raul (no alentada por este) la cruizada contra Calderón, la reciente condena a Losantos (una peste para la salud mental de cualquier pais) por injurias graves contra Gallardón, un diario serio, prestigioso y hasta hace poco creible como El Pais que quebranta un mandato judicial y manipula su propia obligada rectificación sobre las acusaciones a La Sexta en el tema "guerra del fútbol"... ¡y son solo unos pocos ejemplos!
No me creo ni "jarto de mistela" que detrás de este acoso y derribo contra los banderas no haya más que deseo de informar. Quien informa de lo malo, también informa de lo bueno. Algún día habrá que meterse en harina para ver quien es quien en Albacete y que intereses cruzados se mueven entre bastidores. Probablemente explicaría algunas cosas.
Por crítico que sea con los banderas no puedo más que revelarme ante semejante situación. Una directiva que lo hace mal debe ser respondida por una oposición que lo haga bien y criticada por unos periodistas e informadores que no den eco a fuentes no contrastadas porque a ellos les parezcan fiables y concuerden con su prejuicio.
A quien corresponda: Esta no es manera de hacer las cosas
Cuando haya una oposición digna de tal nombre, no unos grupúsculos fantasmales que al final callan y otorgan y ua prensa dispuesta a aplaudir los aciertos con la misma fuerza con que critica los fallos... entonces me dejaré de medias tintas y me sumaré a los que piden el relevo. Ahora no hay ni alternativas, ni ganas, ni criterio... por lo tanto toca tragar banderas.
Es fácil, tal y como llevo diciendo desde diciembre: necesitamos una alternativa sólida y creible. Si no hay alternativa, todo lo demás se pierde en el aire.