Pues eso...
Esto es lo que comenta en ABC el ex-portero albacetense
«Hay que tener un poquito de respeto por el que está jugando. Yo el año pasado empecé a jugar, le quité el puesto y él incluso llegó a llamar a la selección alemana para ver qué pasaba y eso me parece a mí muy de sinvergüenza. No le miro a la cara». En efecto, no le dio la mano ni le miró a la cara al realizar el cambio ayer. Cada cual por su lado.