Conforme pasan los meses lo que parecía un grupo de aficionados y pequeños accionistas cansados de que los grandes accionistas camparan a sus anchas por el club se está convirtiendo en la peor dictadura que ha sufrido el Albacete en su historia.
Empezaron despidiendo gente del club, pero contrataron gente con sueldos más altos que sus predecesores (director deportivo, jefe de prensa, administrativo). Luego empezaron la limpia de entrenadores para "meter" a su gente, en muchos casos gente si preparación y, lo que es peor, sin educación, como se ha podido comprobar por los comentarios de algunos pases. Limpia por cierto que ha seguido este año con gente de la valía de Toril o Matias Martínez, principal valedor del fútbol femenino en el Albacete.
A nivel deportivo están desechando jugadores válidos y se ficharon el año pasado demasiados recomendados, formando una plantilla pobre que a punto estuvo de meterse en el hoyo. Lo de los fichajes de invierno no tiene nombre, así como aguantar carros y carretas con Quique Hernández. Por cierto, para los que defienden a Máximo como entrenador... que hablen con los futbolistas del año pasado. Los rumores de que Máximo Hernández, al que se ha pillado ya en tantos "renuncios" que es imposible creerse nada de lo que salga por esa boca, picha cacho de los fichajes son cada vez mayores, y resulta curioso que se diga que varios jugadores se quieren renovar pero apenas se renueve a uno, con continuas contradicciones en los casos de Morán, Calandria, Alustiza, Pablo García. Al parecer, en las renovaciones no hay comisiones.
Esta gente va a conseguir tener más juicios que todas las directivas del Albacete Balompié en sus 70 años de historia, y siguen maltratando gente, ya no porque se la despida, sino porque no se hace en tiempo ni forma. Despedir con Burofax y mandando mensajeros sin dar la cara ni ningún tipo de explicación dice muy poco de las personas que rigen los destinos de un club señor como siempre ha sido el Albacete Balompié.
Lo de la guerra con los periodistas ya es para mear y no echar gota. Desde el primer momento han intentado manipular y fiscalizar la información y los periodistas albaceteño (casi todos) no lo han consentido. No se puede comulgar con ruedas de molino y se ve un claro intento día a día por desenmascarar las mentiras y disparates que se comenten desde el club día tras día.
Así las cosas, este Consejo de Administración nacido de Bandera Blanca, cuyo proyecto se ha demostrado ya con creces que era papel mojado, me causa una total y gran decepción y espero que los grandes accionistas, así como las instituciones públicas, porque no olvidemos que están llevando el nombre de Albacete por toda España, tomen cartas en el asunto y pasemos página cuanto antes de esta pesadilla que estamos viviendo los que, a pesar de lo que digen ellos, queremos al Albacete Balompié.
PD: Soy abonado desde los tiempos de Fernando Navarro y por supuesto accionista.