Un entrenador válido, a mi parecer, que con un equipo disparatado en la confección -delantera de equipo aspirante al ascenso y defensa de Segunda B de mitad de la tabla para abajo-, está sacando petróleo. Si no hubiera sido por la mamarrachada de Diego Costa en Tenerife, estoy seguro de que ahora estábamos al menos con dos puntos más. JIM tuvo las narices suficientes para decir, cuando se le estaba preguntando por su continuidad, que el equipo estaba salvado, y lo corroboró con una victoria como la de ayer que nos deja más cerca del objetivo. Sin duda, ha tenido fallos, pero demuestra personalidad y sobre todo, calma en los momentos difíciles (dejando a un lado el incidente del año pasado de visitante). Si además, Panadero le tiene ojeriza, otro punto a su favor (los enemigos de mis enemigos son mis amigos, etc.).
Yo lo renovaría, con otro director deportivo.