Hoy en la página 2 de la tribuna se podía leer esta columna de opinión que me ha llamado la atención:
Opinión16/05/2009
Tribuna libre
No solo hay que ser bueno
Matías Martínez Herráez
Estamos acostumbrados a ver cómo muchas de las personas que están relacionadas con el fútbol de élite empiezan cuatro de cada cinco frases con el pronombre «yo» por delante (yo he hecho..., yo he conseguido..., yo formé...., etc.) y la quinta que queda es simplemente para afirmar o negar una pregunta. Supongo que en un mundo lleno de competencia que a modo de depredadores intentan optar al puesto del vecino el saber venderse es algo necesario para la supervivencia.
De todo esto saco la conclusión de que es mejor para optar a un puesto relacionado con un club profesional ¿trabajar bien o saberse vender? Creo que la respuesta que todos diríamos sería trabajar bien, aunque les puedo asegurar que la mayor parte de las veces es la segunda la que predomina. Una buena amiga me dijo alguna vez que «no sólo hay que ser bueno sino también parecerlo».
Os hago esta pequeña introducción porque tenemos un superviviente dentro del Albacete Balompié. Una persona que creo no se está siendo justo con él simplemente porque está más preocupado en trabajar, confiando que los resultados hablarán por sí solos (iluso desde luego) que de vender el proyecto y el producto de su trabajo. Les hablo de una persona que conocí en el verano del año 2000. De hecho, me estaba entrevistando para contratarme y que tras compartir codo con codo un proyecto durante estos años pasó de ser mi jefe a mi amigo.
Cogió una Fundación Albacete Balompié en ciernes y durante ocho años desarrolló una labor excepcional como coordinador de ésta, rodeado por un buen grupo humano. De ahí también su mérito. Fue capaz de rodearse de gente válida y los resultados han beneficiado a la entidad siendo él y sus colaboradores los grandes olvidados. ¿Cuántos de los jugadores que ganaron la copa del rey de juveniles, con Antonio Gómez en el banquillo, fueron formados en la Fundación Albacete? De los 11 titulares siete: Joaquín, López, Omar, Pablo Gil, Isma, Carletes y Rubén. Del resto de la plantilla: Jaime, Sergio, Sotoca, Euge y Riki. A los que se unieron gracias a la labor de otro gran coordinador que ha tenido el Albacete como es Chuti Molina: Chema, Juanjo, Matilla, Pablo, Gálvez, Carrasco y Ritchie. Sólo este dato nos muestra quién fue el gran olvidado tras la consecución de esta final, el buen trabajo de los entrenadores coordinado por Andrés Martínez ayudó a que este éxito llegara a largo plazo, cuando los jugadores «ya no son suyos». Pero, ¿acaso no debe ser esa la labor de las categorías inferiores?, sembrar a modo de formación para que en el futuro se recojan los frutos a modo de jugadores.
Les pongo otro ejemplo, de los debutantes esta temporada con el primer equipo, Jaime y Alfredo son jugadores formados en la Fundación Albacete bajo la coordinación de Andrés y Perea llegó la temporada pasada del Albacer, cuando Andrés Martínez ya era coordinador del Albacete Balompié. Y ojito con un tal José Antonio, cuyas buenas actuaciones bajo palos prometen.
Escribo esto porque creo que es injusto la falta de reconocimiento que esta persona está teniendo a su labor, porque su prudencia y discreción le impiden alardear de los éxitos conseguidos con una labor callada pero eficiente.
Gracias por todo Andrés y sigue así, que los que queremos esta entidad vemos la buena labor realizada durante estos años.