Juanda escribió:Mantengo un recuerdo, el olor a puro por la avenida de España, los coches pitando, una tarde de mucho calor, con mi hermano mayor y mis primos sentados casi unos encima de otros en el cemento de gol sur, pegados a la reja amarilla que separaba de preferencia donde veiamos sentado a mi padre con un bote de cerveza y le saludábamos.
El estadio lleno a rebentar, un globo aerostático gigante en el centro del campo, ¿podría ser que el globo fuese de Caja Rural o Bancaja o algo así? Todo el mundo con banderas y globos blancos, una traca con un montón de humo en gol norte y saltaba el Alba al campo. Un loco de blanco subido por las vallas dándole al bombo y haciendo que todo el estadio gritase ¡¡Alba Alba!!
El rival creo que iba de amarillo, y lo que recuerdo es que les metimos 5 pero les pudimos meter 15.
Yo no había cumplido los 6 años, y los recuerdos son bastante pobres, pero los mantengo. Siempre he pensado que aquel partido fue el del ascenso a 2º, el primer ascenso que viví, igual me equivoco, espero que no.
Muy bien escrito todo, le voy a poner nombre a tus sensaciones, ese partido que dices tú fue contra el Tomelloso, que vestía, como dices, de amarillo (con el pantalón verde), no fue el partido del ascenso, fue el de la celebración del ascenso, en la penúltima jornada, ya que se subió dos semanas antes contra el C.D. Marino (no Martínez!), pero se dejó ese día para celebrar. Aquella temporada el Alba se ganó una barbaridad de aficionados.
Pero vamos, que muy grande, yo tengo recuerdos similares, aunque más recientes. El campo antiguo con los dibujos de las olas en los muros de la piscina, las rejas amarillas que separaban los goles, las butacas de piedra con los números marcados, la porterías con los soportes aquellos tan curiosos... Pero el resumen de todo, es que el Alba es enorme, es parte de nuestra vida y de nuestros recuerdos.