Desde el respeto por las decisiones de cada cual, debo decir que siento envidia sana al ver los que ha hecho Cazorla en Oviedo, frente al evidente desapego de Iniesta hacia el club estandarte de su provincia natal, e incluso hacia los homenajes que esta le rinde. Desde luego, no lo engrandece ni mejora su imagen. Igualmente, por ser justos, hay que decir que el dinero de Iniesta tuvo un papel notable para apoyar en un momento en que la SAD estuvo en situación crítica. No obstante lo anterior, el fútbol tiene mucho de emoción y más allá de lo empresarial, Iniesta está resultando una persona decepcionante, al menos en lo que aparenta respeto al Albacete.