Buades hace oficial su retirada:
El epílogo de Buades
El defensa de sa Pobla anuncia su retirada asegurando que «dejo el fútbol antes de que el fútbol acabe conmigo». Se marcha a los 27 años tras nueve temporadas en el deporte profesional. «Ya no me siento a gusto ni realizado», asegura
Miquel Alzamora
«He decidido por mi propio bien dejar el fútbol. Lo he meditado durante muchos meses, pero he tomado esta decisión porque no me siento a gusto en este mundo ni realizado como persona y antes de seguir con algo que no me gusta prefiero acabar con el fútbol antes de que el fútbol acabe conmigo». Así abrió ayer su intervención ante los medios informativos Miquel Buades Crespí (sa Pobla, 1980) que anunció su retirada del fútbol profesional después de nueve temporadas, cuatro de ellas en el Mallorca B y cinco en el Albacete.
Escoltado por su representante, el agente Miquel Riera, el que fuera central del equipo albaceteño en Primera División agradeció el apoyo recibido por su familia y amigos más íntimos y dejó claro que la decisión de colgar las botas es suya, pese a las numerosas ofertas que Riera le trasladó del fútbol extranjero. «Agradezco a mucha gente su apoyo, especialmente a Jaume Pardo, que fue quien me formó y mi mentor a nivel profesional y personal. También espero que me recuerden como una persona honrada que he defendido los colores de los equipos en los que he jugado de forma honesta», comentó el que fuera defensa central.
Buades inicia ahora su etapa en el sector empresarial. Hace meses inauguró un restaurante en sa Pobla y mañana jueves abrirá, junto a dos socios más, otro en Es Pont d’Inca, ‘E-Cosi’, un italiano que llenará un espacio en la gastronomía palmesana. Sin embargo, en su mente pasa el seguir ligado al fútbol. «Me gustaría continuar en este deporte, bien como director deportivo, entrenador o comentarista», dijo el ex jugador de Mallorca y Albacete.
Miquel no enumeró motivos concretos para abandonar el fútbol a una edad temprana y, sobre todo, teniendo ofertas suculentas desde el punto de vista económico de ligas como la griega, rumana o turca.
«El fútbol me ha ido deteriorando poco a poco. Desde muy niño he tenido que soportar muchas presiones y ahora estoy cansado, ésta es la razón básica por la cual me ha dejado de seducir el fútbol. Este deporte es maravilloso y he disfrutado, pero me voy decepcionado con las cosas que he visto y que chocan mucho con mi forma de ser y de ver la vida. He sido honesto con el fútbol, pero en ocasiones el fútbol ha sido esquivo conmigo, aunque yo también he cometido errores», explicó Buades.
El jugador se marcha del fútbol profesional sin haber podido debutar en la Liga con el Mallorca, aunque sí lo hizo en la Intertoto y en la Copa. «En ocasiones las cosas no son como uno quiere y me voy sin haber podido triunfar en el Mallorca como hubiera deseado», dijo. Respecto a lo mejor desde el punto deportivo, Buades resalta su etapa en el Albacete. «Allí me pasaron cosas muy buenas, me trataron muy bien y lo di todo para devolver la confianza que me dieron. Deportivamente el Albacete me dio mucho y también el Mallorca. Aquí no se portaron mal, sólo ciertas personas interrumpieron mi progresión, pero no guardo rencor a nadie», dijo el ex futbolista.
«La decisión es mía -insistió- y comienzo una nueva vida. Hubiera podido seguir, pero es decisión mía no continuar», manifestó.
Por su parte, su agente Miquel Riera trasladó ofertas suculentas tanto deportiva como económicamente a Buades, pero éste la rechazó. El representante subrayó que «manejamos grandes propuestas, pero Miquel es honesto y honrado y tenía claro que había acabado la ilusión y no quiso ir, pero se habría hecho de oro porque tiene grandes cualidades», dijo Riera. El agente le trasladó ofertas del Panionios e Ionikos de Grecia, Ashdod de Israel, del Olympiakos de Nicosia, del Cluj, líder de la liga Rumana y del Apoel, segundo del a liga de Chipre así como del Nàstic de Tarragona. Sin embargo, pudo más el factor de seguir en la Isla, poner en marcha sus proyectos y dejar la posibilidad de dar el salto a una liga extranjera que le hubiera ofrecido muchos beneficios económicos, pero que afrontaba sin la ilusión que por ejemplo tuvo en el Mallorca o en el Albacete.
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